El 15 de noviembre de 1533, los conquistadores con Francisco Pizarro a la cabeza, hicieron su entrada al Qosqo, por la hoy llamada calle de la Conquista situada en la cuesta de Santa Ana. El paisaje que desde allí se debió observar, deslumbró a los hispanos, pues la capital del Estado Inka, era una ciudad de atractivas construcciones, pasajes estrechos, fuentes, árboles lugareños y plazas grandes por donde se desplazaba tanto la gente de la élite como la del pueblo.
En 2011, el médico y escritor cusqueño Carlos Sánchez, editó en Chula Vista, California, la croninovela “El holocausto de todos los tiempos” en el que toma el nombre de Cóndor Soul, es decir el alma del cóndor para hacer un viaje retrospectivo y entrevistar a cada uno de los gobernantes Incas.
Este escritor nacido en Andahuaylillas, distrito cusqueño de la provincia de Quispicanchis, recorre el Cusco en busca de sus gobernantes, paseando por las antiguas calles y resucitando quehaceres que se quedaron perdidos en el pasado. Llega a los espléndidos palacios en busca de sus nobles residentes, admirado por esas magníficas arquitecturas.
Pero, ¿cuáles fueron dichos palacios y en donde estaban ubicados?
Acompañamos al doctor Sánchez en su fantástico recorrido y nos internamos por esas extraordinarias edificaciones que encerraban otras interiormente, además de jardines en donde cohabitaban aves y animales domésticos. Era también la residencia de las panacas del Inka.
Gracias a las noticias que nos dio el arqueólogo Oscar Montúfar Latorre, ingresamos a Qolqampata, actual barrio de San Cristóbal y en lo que fue la casa de los Lomellini, se encontraba el palacio del primer Inka, a quién imaginariamente Cóndor Soul conoce ya de bastante edad y le interroga sobre las leyendas del origen del gran Tahuantinsuyu como por la forma de su gobierno .
El palacio de Sinchi Roca, estaba en la calle Hatun Rumiyoc, en lo que es hoy el Arzobispado. El de Wiracocha, se ubicaba donde después se levantó la Catedral, al lado este de Wakaypata. El Hatun Kancha, en la parte oriental de la gran plaza de Wakaypata, perteneciente a Amaru Inca Yupanqui. El de Túpaq Inka Yupanqui, conocido como Pukamarka, es el actual local de Scotiabank, el de Inca Roka , llamado de QoraQora se levantó entre Procuradores y la calle Sucia ( que se llamó Suecia a partir del siglo XX).
Finalmente, llegamos al palacio de Huayna Cápaq hacia el sur de Wakaypata, construida de forma rectangular y que abarcó lo que corresponde hoy a la iglesia de La Compañía y el Paraninfo de la UNSAAC.
Cóndor Soul, también conoció la panaca de Huáscar y participó de manera indirecta en esa lucha por el poder que libró con Atawallpa. Condena el actuar de Huáscar como posteriormente lo hace con Pizarro a quien encara por haber sido el ejecutor de este hijo de Huayna Cápaq en Cajamarca y a quién le correspondía la mascaypacha, símbolo del poder. Hasta aquí, con Condor Soul y “El Holocausto de todos los tiempos”.
Sin embargo aún nos falta complementar el estudio de lo que fueron las edificaciones inkas en Cusco. Quién mejor que el arqueólogo Óscar Montúfar, para ilustrarnos sobre el tema. Y así descubriremos el porqué del deslumbramiento de los conquistadores al llegar a la ciudad sagrada y nos explicaremos también, la emoción sin par que debió sentir nuestro buen amigo Condor Soul, cuando viajó al pasado en busca de sus orígenes andinos.
Entrevistando a Óscar Montúfar.
¿Qué criterios tuvieron los emperadores quechuas para realizar la construcción de sus residencias?
El primer inka en tener una residencia fuera de Qosqo fue Wiraqocha, el actual sitio arqueológico de Huchuy Qosqo en Calca, que fue su residencia aparte de Cusco, sin embargo quien cambió el sistema de distribución organizacional para las residencias de los inka, fue su hijo, Pachakuteq. Remodeló el Cusco, hizo una bipartición, tripartición y cuatripartición, otorgando espacios residenciales (a lo que los españoles denominaron “palacios”) para las panakas (familias) reales, dentro de un radio urbano-ceremonial; la bipartición en Hanan (arriba) y Urin (abajo) demuestra el valor simbólico del manejo territorial. Pachakuteq fue quien distribuyó espacios dentro de la ciudad capital para los gobernantes que le antecedieron.
¿Me parece que hay una relación de cercanía entre uno y otro edificio?
Todos estos espacios están distribuidos dentro un área sagrado, que era el radio urbano de la ciudad de Cusco, y además estaban relacionados por vías rituales, pero no solamente había “palacios” en la ciudad de Cusco, sino también talleres, almacenes y lugares sagrados denominadas “wakas”.
¿Qué destino tuvieron posteriormente al fallecimiento de los emperadores Incas, sus palacios?
No eran ni emperadores ni reyes, eran gobernantes territoriales, y el destino que tuvieron estos espacios fue lamentablemente atribuido como propiedad privada, llamado en ese entonces como “solares”, los primeros españoles se repartieron estas propiedades para poder así fundar la ciudad colonial.
En los palacios se guardaban las momias de los Inkas y de las Collas, aunque no se menciona nunca esto último.
Los ancestros (momias) de los gobernantes se ubicaban en propiedades (lugares sagrados) como Patallaqta, Wimpillay, Taukaray, Larapa, entre otros, que eran sus posesiones ancestrales, algunos cronistas narran la presencia de las momias de los inkas en Cusco en festividades importantes y seguramente estas eran ubicadas dentro de sus “palacios” ; habían etnias como los qollas que fueron fundamentales para el desarrollo y expansión de los inkas, podríamos indicar que ellos fueron la mano de obra para labores canteriles y de construcción, además que los qollas dejaron improntas ligadas a su tradición en los lugares donde trabajaban.
¿Cómo fue el proceso de destrucción de estas construcciones, después de la Conquista y a quiénes se les adjudicó?
Los “palacios inkas” en la ciudad de Cusco, fueron en un primer momento residencia de los primeros españoles, pero después pasaron a ser sus propiedades, les llamaron “solares”. Cómo era de esperar a los pocos años de la conquista española surgió un cambio en la forma de vida que afectó directamente las construcciones inka en la ciudad de Cusco, muchas de ellas fueron remodeladas por el concepto que tenían los ibéricos sobre la traza y distribución urbana, es ahí donde surgen los cambios y las “kanchas” inka, que pasaron a ser residencia de los españoles, modificando su patrón arquitectónico; también la religión tuvo mucho que ver, pues capillas, templos, iglesias e incluso la catedral fueron construidos sobre edificaciones inka.
¿Cuántos barrios existían durante el Tahuantinsuyo y cuáles eran los puntos por donde se salían a cada uno de los caminos de los 4 Suyos?
Según algunos cronistas habían 12 Barrios y según Garcilaso 13: Qolqampata, Qantupata, T’oqokachi, Munaysenqa, Rimaqpampa, Pumaqchupan. Kayawcachi, Chakilchaka, Pikchu, K’illipata, Karmenqa y Wakapunko. Omite Qoripata porque lo involucra como Kayawkachi. Y los puntos de salida del Qhapaq Ñan (camino real) eran: T´oqokachi al Antisuyu, Rimaqpampa al Qollasuyu, Karmenka al Chinchaysuyu y Chakilchaka al Kuntisuyu. En la actualidad el Proyecto Qhapaq Ñan del Ministerio de Cultural, ha señalizado los cuatro caminos que se dirigen a los 4 suyus.
¿Es posible rescatar aún alguna de estas construcciones y cómo?
Hoy el Cusco es una ciudad suigéneris, pues se muestra una superposición arquitectónica, y gran parte de los “palacios inka” ahora tienen múltiples funciones. Y solamente podríamos recuperarla difundiendo su valor histórico, una de las tareas pendientes es la publicación de los trabajos de investigación realizados en el ámbito urbano del centro histórico de Cusco.