Ya se encuentra aprobado un primer pago por alrededor de 2 mil millones de dólares por la compra de aviones caza. Para 2025 son cuatro los grandes proyectos por un monto de S/12.970 millones (US$3.422 millones). Del primer pago irá para la adquisición de la flota de cazas, un sistema de lanzadores de cohetes, dos aviones de transporte militar y en buques y patrulleras.
Según el diario peruano La República, encabeza la lista la adquisición de 24 aviones de combate por S/7.580 millones, lo que representa el 58% del total de los cuatro proyectos. También se ha comprendido la compra de dos aviones de transporte militar para la Fuerza Aérea por S/222.6 millones.
La FAP sola recibirá el 61% de todos los proyectos definidos para el próximo año presupuestal.
En el caso de la Marina se le ha asignado S/4.872 millones (alrededor de 1300 millones de dólares) para una primera fase de la construcción de un buque multirol, una patrullera oceánica tipo OPV y dos unidades auxiliares de transporte logístico, a cargo de la empresa Servicios Industriales de la Marina (SIMA Perú, una de las últimas empresas estatales peruanas eficientes) y Hyundai Heavy Industries (HHI).
El Ejército, como siempre último en la compra de juguetes por Navidad, se le dio visto bueno, pero solo para la ejecución del programa del sistema de artillería JUCRAM, valorado en S/294.9 millones (menos de cien millones de dólares). Tómese en cuenta que Perú cuenta con tanques de la época soviética pre Gorbachov.
Como un Papa Noel militarizado, así se muestra la presidenta del Perú junto a un Congreso complaciente con sus Fuerzas Armadas. No obstante, el gobierno peruano posterga inversiones en sectores clave como lo es en infraestructura vial, educación y ampliación de la red eléctrica en zonas rurales. Mientras la naturaleza caótica de la política peruana y su poca eficiente lucha contra el crimen organizado, las Fuerzas Armadas gozan de una buena salud en la estima de su pueblo.
Además, son de las pocas instituciones que han mostrado mayor eficiencia con poco presupuesto. Si bien el espíritu militar todavía es latente en las provincias andinas, el alma de las instituciones castrenses peruanas parece congraciada con la democracia.
Sin embargo, el Ejército Peruano es como un secreto envuelto en un misterio. Es difícil prever qué estaría dispuesto hacer. En el caso del fallido golpe del ex presidente Castillo, fue la no participación del Ejército en el golpe lo que sepultó el gobierno de Pedro Castillo; por otra parte, la izquierda peruana acuda a las instituciones castrenses de ser éstas las que sostienen al gobierno de Boluarte.
Mientras tanto en Narnia…
El caso chileno es más bien preocupante y extraño. Por una parte, mantiene a Defensa en una situación de limbo al postergar los fondos que le corresponden para este año, por otro, si bien ha aumentado el presupuesto de Salud, esto es solo para tapar el enorme bache en las listas de espera. Lo más fantasioso de todo es que el actual gobierno chileno en su último año de ejecución de presupuesto ha aumentado el presupuesto de Cultura.
Según el informe de la Dipres (Dirección de Presupuesto), solo en artes escénicas el Ministerio de Culturas, las Artes y el Patrimonio, a través de la Subsecretaría de las Culturas y las Artes, tiene una variación de presupuesto de 2025 respecto a 2024 en un 62,8%.
Es decir, un monto de M$11.707.703. En la descripción de este fondo en específico la Dipres señala:
«Fondo destinado a aumentar la oferta de bienes y servicios culturales generados por los agentes culturales del campo de las artes escénicas. En este ámbito cultural convergen el teatro, la danza, el circo, los narradores orales, los titiriteros, la ópera y las múltiples combinaciones del cruce interdisciplinario de los agentes culturales».
Y por supuesto sí incorpora enfoque de genero en cuanto a medidas indirectas (¿Qué es medidas indirectas? Me estoy empezando a preocupar más). También refiere la Dipres sobre este fondo en el apartado de MOTIVO VARIACIÓN PRESUPUESTARIA MONITOREO Y EVALUACIÓN que «Aumenta para financiar 103 proyectos adicionales, lo que representa una expansión de la cobertura del 24,8% en relación al 2024».
Como bien señaló el presidente Gabriel Boric, en la última semana de noviembre a través de una cadena nacional, todos los fondos de cultura han recibido aumentos en más del 40%. Esto con fin de acercarse al 1% del PIB en el sector cultura. Si bien la cultura es valiosa, en una coyuntura de poca recaudación y casi nula inversión, dirigir el presupuesto así en este momento no solo es contraintuitivo sino que también puede alimentar ánimos de envalentonamiento a un Chile que se puede percibir como débil ante unos vecinos que contemplan con extrañeza a las políticas «neurodivergentes» (ojo que lo pongo entre comillas porque no creo que lo sea, pero esto de financiar circos en tiempos de austeridad, resulta nada cómico) del presidente del país Trasandino.
En fin, como dicen en misa: Oremos.