Escribe: Carlos Vargas
Odebrecht y
sus empresas socias organizaron desde un inicio y bajo una estricta
contabilidad todas sus operaciones delictivas destapadas hasta el momento, no
solo en Perú sino a nivel continental. Gracias a estas operaciones Odebrecht
obtuvo sobreganancias multimillonarias que justificaron con creces la inversión
hecha en la compra de políticos corruptos. Odebrecht fue por tanto el verdadero
cerebro y principal beneficiario de toda esta megacorrupción.
Sin embargo, gracias
a su pacto con la fiscalía, Odebrecht seguirá operando en Perú pagando una
ridícula indemnización en un generoso plazo de 15 años porque los 524 millones
de soles sobrantes del total confiscado deberán regresar a sus manos. Es que
para la justicia peruana la confesión del crimen debe ser premiada con la
impunidad. Por esta razón a Odebrecht se le ha asignado ingeniosamente el papel
de “colaboradora eficaz”, como si se tratase de un delincuente menor que delata
a los cabecillas de su organización, cuando es por lo menos tan responsable
penalmente como Keiko, García, Toledo y demás políticos corruptos.
Las pruebas contra Odebrecht y sus políticos ya existían antes de este pacto, por tanto, su principal finalidad fue evitar que Odebrecht y sus gerentes reciban algún tipo de castigo. Lo peor de todo es que este pacto ni siquiera garantiza que sus políticos vayan a la cárcel. La propia fiscalía ha reconocido solo 4 casos de corrupción cuando hay pruebas para otros 20 como ha denunciado hasta “Hildebrant en sus trece”.
Una jueza ya ha aprobado este acuerdo y nada impide que otros jueces ayuden a absolver a todos los políticos burgueses comprados por Odebrecht. La nueva información obtenida en Brasil no alterna esta situación ya que la misma fiscalía ha reiterado que respetará su pacto “impopular” con Odebrecht a toda costa.
No obstante, si de verdad Pérez, Carhuancho y Gorriti querían favorecer a Odebrecht, ¿por qué armaron entonces toda esta investigación fiscal y periodística? ¿No habría sido mejor no hacer ni decir nada asesinando a los testigos como en Colombia? Lo que sucede es que en Perú el régimen político está en crisis. Si el gobierno de Vizcarra no hubiera apoyado estas investigaciones contra la mafia “fujiaprista” hace rato que habría caído.
Este empresario de la construcción también está vinculado a varios casos de corrupción que nadie investiga porque supuestamente solo el fujimorismo roba. Lo cierto es que hasta “demócratas” y “nacionalistas” se han vendido a Odebrecht (Toledo, Villarán, Humala, etc.) y el expremier de Vizcarra, César Villanueva, tampoco fue la excepción como se acaba de destapar.
Esta empresa brasileña, sucursal de Wall Street, les
ha quitado la máscara a todos los políticos burgueses, de derecha a izquierda.
El régimen tambaleaba y era necesario intentar estabilizarlo con el cuento de “la
lucha contra la corrupción”, dejando la contaminación minera y la explotación
laboral en un segundo y tercer plano. Ahora los falsos socialistas de clase
media (incluyendo los de Uníos y el PST) se lamentan de que Vizcarra suba en
las encuestas justo cuando está bañando de sangre Arequipa, olvidando
convenientemente de que hace muy poco dieron todo su respaldo a cada maniobra
engañosa de la fiscalía y de IDL-reporteros, soportes del actual régimen
burgués “democrático”. Nos vendieron el cuento de una “justicia independiente”
cuando hace tiempo se sabe que el Derecho es solo la continuación de la
Política por otros medios.