Otra amiga de Alberto Otárola consigue trabajo en el Estado luego de haberse reunido con el Premier [VIDEO]

A estas alturas la gran mayoría de peruanos sabe de qué pie cojea el primer ministro Alberto Otárola, pues es demasiada coincidencia que seis agraciadas y curvilíneas mujeres hayan conseguido trabajo en el Estado luego de pasar por su oficina en Palacio de Gobierno. De acuerdo a información de Transparencia de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), la abogada de 46 años, Rosenith Pinedo Dávila, ingresó al despachó del premier el 30 de enero del 2023, y tan solo tres días después recibió un cargo en el sector público.

Fue el programa dominical Contracorriente quien revelara que Pinedo Dávila terminó siendo contratada el 3 de febrero como asesora del Fondo de Apoyo Gerencial al Sector Público, mejor conocido por sus siglas como FAG, por 10 meses con una remuneración mensual de 12 mil soles.

Para no generar sospechas su designación no se hizo directamente desde la PCM, sino que se gestionó desde el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) para luego trasladarla a la PCM, según consta en el contrato Nº 014 -2023 – PCM.

La afortunada visitante no solo cobró por el cargo en el FAG. Paralelamente, cobró 36 mil soles a la Oficina de Normalización Previsional (ONP), curiosamente un Organismo Público Técnico (OPT) que depende también del MEF. Es decir, recibió un total de S/ 156 mil.

“Él no es un entrevistador de talento humano, no tiene nada que ver en ese tipo de entrevistas, ni siquiera debería recibirla. Salvo que sea un tema funcional, con lo cual no cuadra porque la reunión dice personal; entonces ¿por qué? ¿Tiene que pasar un test de algún tipo? Seis amigas como que no pinta muy bien en la meritocracia”, opinó el director del Consejo privado anticorrupción, Eduardo Herrera.

“Una persona que va y después consigue trabajo, [no se ve bien] O tiene un afán de servicio al prójimo muy grande o tiene una red de amigas espectacular. Tristemente, es un patrón lo de las amigas del premier. […] Ese impuesto que se paga al comprar, va al Estado y esa plata es la que se están tirando”, agregó.

Al respecto, Mónica Yaya, expresidenta del Tribunal del Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE), mencionó que “no solo hablaríamos del delito de tráfico de influencias, porque estaría usando su cargo para contratar a sus amigas, sino de negociación incompatible, ya que usurpa un cargo que no le corresponde para favorecer los intereses personales de sus amigas”.