Escribe: Aníbal Mamani
La Defensoría del Pueblo, debería pronunciarse y tomar acciones firmes frente a las graves denuncias que señalan a los ministros Carlos Lozada y Rocío Barrios, como responsables de actos de corrupción con la misma celeridad en la que se ocupa de las infelices declaraciones del ‘Zorro supe’ vía Twitter. Pero todo este destape parece no importarle al Ejecutivo, ya que los ministros “gozan de toda la confianza del presidente”, como lo afirmó el Premier Zeballos. Ya sabemos que el presidente Vizcarra vive obsesionado con la confianza.
En el año de
universalización de la salud, los médicos del hospital Uldacio Roca Fernández
de Villa El Salvador están fastidiados con la improvisación del Estado y sus
ministros para afrontar el Coronavirus, ya que no se puede jugar con las
expectativas ciudadanas hablando de protocolos y planes de prevención
inexistentes. Como se sabe, el Coronavirus es una enfermedad de alcance mundial
cuyo comportamiento y cura aún es materia de investigación y no puede ser tomada
con ligereza.
¿Confiar en el sistema de salud? La calidad de atención y el profesionalismo no dependen de la fe, sino de acciones de concretas y reales. Hospitales hacinados sin papel ni jabón, equipos e infraestructura en pésimas condiciones, a esto se suma el crecimiento de infecciones por Dengue y otras enfermedades respiratorias en Madre de Dios. Todo esto nos demuestra que el trabajo es insuficiente. Con respecto al mensaje de la Nación de Martín Vizcarra, lo único en que podemos confiar y estar seguros es que el Gobierno ha universalizado groseramente su incapacidad.
Es lamentable
lo sucedido con la niña Camila y su joven madre Mirella, un hecho que ha
horrorizado al país y que pone nuevamente en debate el tema de la salud mental
en los jóvenes, además de la terrible ola de homicidios, violaciones,
delincuencia e inseguridad que se ha disparado en las últimas semanas. Ni
hablar del uso político de la desgracia. Una gran tarea que tendrá que afrontar
en parte el próximo Congreso, el cual esperemos responda a las necesidades del
pueblo y fiscalice los cuestionados Decretos de Urgencia de la administración
Vizcarra en el corto tiempo que resta.
Como si los problemas de fondo en la coyuntura actual tuvieran relación única con los géneros y sus conflictos, la exministra de la Mujer García Naranjo, propone declarar al Perú en “emergencia frente a temas de género” … al margen de ello, cabe la pregunta ¿quién se esta ocupando de los graves problemas del país? ¿Por qué confiar en las palabras de un presidente que golpea al aire?