Flaco, ojeroso, cansado y sin ilusiones, así reapareció el ex presidente Ollanta Humala en la audiencia que se le sigue por los presuntos aportes irregulares que la empresa brasileña Odebrecht le habría dado para las campañas presidenciales del 2006 y el 2011. El ex mandatario fue acompañado de su esposa Nadine Heredia, quien dejó el cabello lacio de lado por un corte más recogido y crespo.
Ambos reaparecieron este martes en una audiencia donde el Tercer Juzgado Penal Colegiado Nacional comenzó a escuchar a los imputados. El proceso judicial, iniciado en febrero de 2022, es el primero contra un exjefe de Estado peruano en el marco del escándalo Lava Jato, que afectó a varios países latinoamericanos. El tribunal ha convocado audiencias presenciales para este martes y miércoles en el edificio Carlos Zavala del Poder Judicial, a partir de las 9:00 horas.
Los acusados serán interrogados por la Fiscalía, la Procuraduría, los abogados y los jueces. La declaración del exgobernante, quien se dejó ver inicialmente con un barbijo, está programada para este miércoles, junto con la de su coacusada Rocío Calderón, amiga de su cónyuge. Ilan Heredia empezó a declarar en esta jornada y mencionó que daría una exposición espontánea, sin someterse a las preguntas de las partes procesales. Le sucederá el excongresista nacionalista Santiago Gastañadui.
La exprimera dama y otros seis acusados han optado por guardar silencio. Será la primera vez que Humala responderá directamente en este juicio a las preguntas sobre esta acusación. Odebrecht reconoció haber sobornado a altos funcionarios peruanos entre 2005 y 2014 para adjudicarse grandes obras públicas y que financió presuntamente de manera irregular las campañas de la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, y otros líderes políticos.
En la acusación, el fiscal anticorrupción Germán Juárez ha solicitado 20 años de cárcel para Humala y 26 años para Heredia por no declarar donaciones millonarias con las que supuestamente financiaron las campañas electorales. Según la tesis de los investigadores, en 2006 el dinero provenía del fallecido expresidente de Venezuela, Hugo Chávez, y en 2011 recibieron tres millones de dólares de Odebrecht por orden del Partido de los Trabajadores de Brasil.