Opinión

Oblitas: ciego y sordo

Lee la columna de Tino Santander Joo

Published

on

Por Tino Santander Joo

Juan Carlos Oblitas, está más ciego que nunca, el otrora jugador y exdirector técnico de la selección peruana, compareció ante los medios de comunicación preferidos de la Federación Peruana de Futbol, para dar su respaldo a Juan Reynoso y a la presunta corrupción dirigencial del futbol nacional. Triste papel el que cumple Oblitas, que tiene el título de “director nacional de futbol de la FPF” y que según sus palabras “recomienda”, “asesora “pero, parece que nadie le hace caso y solo lo utilizan para defender el fracaso deportivo y la corrupción de las ligas de futbol.

Lo paradójico, es que suplica “prudencia” en la crítica para no perder la empatía del aficionado con el equipo nacional. Pontifica sobre planes a futuro; señala la culpa de los clubs profesionales, pero no critica la conducta corrupta de la FPF, parece que a la ceguera se le agrega la sordera. No escucha las múltiples denuncias de presunta corrupción de todas las ligas de futbol.

Algunos analistas y sobre todo los neoliberales patrioteros como Aldo Mariátegui reiteran su condena e insultan a millones de peruanos que prefieren a Messi y al equipo argentino. Reitero, no se dan cuenta de que la inmensa mayoría busca reconocimiento y referentes de éxito que no encuentran en el Perú, en ningún ámbito de la vida nacional. Los logros de otros deportes como el caso del atletismo no son resaltados como se debe.

El gobierno es arrastra denuncias de corrupción y tiene las manos manchadas de sangre. El parlamento es un establo de lumpenes; los gobiernos regionales y municipales están tomados por organizaciones criminales que se esconden en proveedores asociados a empresas constructoras que siguen el modelo corrupto de Graña y Montero. El Estado no tiene política agraria, menos va a tener una política deportiva.

El Perú, tiene un Estado débil, burocratizado y corrompido y la clase política esta degenerada; los partidos políticos son organizaciones fantasmales que se organizan mafiosamente para las épocas electorales; la inmensa mayoría nacional es informal y esta asociada de alguna manera al crimen organizado como mecanismo de subsistencia; la ética de la pendejada hegemoniza la vida nacional. Estas son las condiciones en las que vivimos los peruanos.

Frente a esta realidad, no tenemos que engañarnos con paliativos, ni con mentiras de los que blanquean sepulcros como lo hace Oblitas, con la FPF, sino debemos tomar conciencia de que el Perú, necesita un profundo cambio para recuperar la alegría de vivir, una revolución social que integre a los peruanos en la búsqueda de un país mejor.

Necesitamos construir el tren de Tumbes a Tacna; puertos; escuelas; hospitales; que la gran minería financie la infraestructura agraria; democratizar el crédito y acabar con el oligopolio bancario y el monopolio farmacéutico del Interbank; tener una política deportiva como la tienen los argentinos y los países con éxito deportivo.

Esa no es tarea de un partido o un líder mesiánico; solo una coalición social podrá hacer la revolución que transforme el Perú, en un país vivible y con alegría. La revolución social no puede ser ciega y sorda, tampoco cobarde, porque, está inspirada en millones de peruanos que trabajan, estudian, construyen sus casas y hacen deporte como pueden a pesar del abandono del Estado y de los políticos vagos y ladrones.    

Comentarios
Click to comment

Trending

Exit mobile version