Mario Navarro estuvo con la idea en la cabeza desde hace unos meses, buscó que mediante su arte se logre visibilizar y reinvindicar a los personajes de la calle, sin duda, lo ha logrado.
Luego de buscar galerías para exponer y recibir respuestas negativas, habló con la Municipalidad de Lima para poder presentar su muestra en las calles, pero la burocracia una vez más mostró su horrible rostro.
Contra viento y marea Mario Navarro decidió que Noches de Cartón (título de su muestra) tomaría las calles de Lima. Con el apoyo de Lima Gris, se convocó primero a veinte personas que serían los caballetes humanos, quienes sostendrían los cuadros con cada uno de los personajes pintados con óleo sobre polos intervenidos en el lienzo.
Otro grupo también fue citado para apoyar con la fotografía, el registro audiovisual y el reparto de los catálogos de la muestra. Un catálogo que contiene a los veinte personajes acompañado de una pequeña historia.
Entre ellos figuran el Loco Charlie, el Greco, Octavio, Superman, Daniel Pendeivis, Chico-reto, The Ratman, Luis, Carlos, Samuel, el boxeador, Jonathan, Paolo, Fernando, Xiomara, Arturo y Rubi, Santiago, Héctor, Zavalita y una escultura del loco Charlie realizado por la artista Wendy Villaverde. Además del poema Cruz y Ficción del poeta Miguel Ildefonso.
Mario Navarro, Jorge Acuña y Katlim.
Alfredo Villar escribió sobre la muestra:
“Elegí conscientemente el camino del perro a través de la vida. Voy a ser pobre. Voy a ser pintor”, escribía un joven Van Gogh a su hermano Theo y, paradojas del sistema artístico, no hay artista que asumiendo la experiencia extrema de compartir y vivir la pobreza haya podido trascender tanto. Y es que, a diferencia de sus contemporáneos, el gran Vincent asumió la pintura como un premeditado habitar los márgenes y expresarse desde ellos en una opción que era estética pero sobre todo ética. El camino del perro no era para él una opción de bohemia pseudomarginal sino un camino de redención y solidaridad con los más despojados y frágiles de la sociedad.
Para “Noches de cartón”, Mario Navarro ha tenido que seguir también el camino del perro, senda que guarda un halo de romanticismo casi decimonónico pero que en países como el Perú, donde todos los tiempos de la historia se cruzan, sigue siendo real y muy actual. La pobreza y la marginalidad es el día a día de muchos en esta patria herida y desigual; y en ciertas zonas del Perú ese día a día es el de la mayoría.
El arte contemporáneo vive de espaldas a esa realidad. Sus prioridades son la imagen por la imagen, el concepto por el concepto. Ha sido totalmente atrapado por el mercado y el juego de las galerías y sus elitismos. Salir de ese sistema significa enfrentarse a la marginalidad económica, la autosubsistencia y el ejercicio de los mil oficios por el cual atraviesan los estudiantes de arte en el Perú, ajenos a su élite artística.
Mario es un egresado de la Escuela Superior Nacional Autónoma de Bellas Artes del Perú, nuestra decana y siempre descuidada por el poder oficial, escuela de arte. Es piurano y ha tenido que caminar por otros caminos en su ciudad, y en ésta a la que también llaman “La Horrible”. Han sido los caminos de la calle y los distintos personajes heroicos que la habitan: mendigos, loquitos, ambulantes, cantantes, artistas del recurseo y una gran variedad de historias las que lo han empujado a hacer este gran y nuevo proyecto.
Estas “Noches de cartón” han nacido en la calle y a ella volverán porque ese es su destino. Los personajes retratados por Mario (quien es también un experto ‘monero’ en El Retrato de Carmela) aparecerán y dirán su palabra. Los veremos y nos contarán sus historias, aboliendo así las fronteras entre el arte y la vida, la imagen y la realidad, la contemplación y la praxis. Porque como volvería a decir con mucha razón el buen Vincent: “Una buena imagen es equivalente a una buena acción”.
Con esta exposición en la calle Mario Navarro nos demuestra una vez más que el arte debe humanizar. También es importante conocer que esta muestra fue un homenaje para el mimo Jorge Acuña, uno de los grandes artistas callejeros que tiene el Perú. Jorge Acuña estuvo presente regalándonos una gran frase «Yo creía que la calle era el final de todo, pero luego entendí que solo es el comienzo de todo».
Aquí la transmisión en vivo que realizamos el viernes 25 a las 10 pm desde la cuadra 5 del Jirón de la Unión.