NO SON ELECCIONES PRESIDENCIALES, ES UN REFERENDUM

No se trata de elegir al próximo presidente el voto que emitiremos hoy si no que es una consulta, un plebiscito sobre la democracia peruana. Se trata en última instancia no votar por PPK o Keiko, solo se trata de elegir continuar por la senda de los respetos a las instituciones y al relevo de mando o si nos vamos por la deriva autoritaria.

En resumen de eso trata las votaciones de hoy, las elecciones más importantes desde el año 2000 y que decidirán nuestro destino más allá de los próximos 5 años (si es que no el de toda una generación).

En el 2000 la gente salió a votar a Toledo no por su cara poco simpática y ademanes de pseudoinca sino únicamente porque era la última opción para sacar al autócrata nipón de palacio. Después de diez años más de la mitad del país estaba harto de que se saltará las instituciones(como hizo con su interpretación auténtica de la Constitución, justamente para saltarse la constitución que él mismo redacto), siendo así aquellas elecciones con fraude y marcha de los 4 suyos significaron un despertar democrático de la ciudadanía y nos legaron aunque no una democracia  que quisiéramos haber tenido si la seguridad de que ningún presidente pretendiese perpetuarse indefinidamente en el poder. Esa única garantía democrática que se ha cumplido a lo largo de tres gobiernos democráticos esta por ser posiblemente perdida también ante el embiste populista de un segundo y todopoderoso Fujimorato.  Un fujimorato del siglo XXI.

Como una serpiente que se muerde la cola así es nuestra historia. Nuestras democracias históricamente no han pasado del periodo de 15 años, el periodo máximo de democracia institucional después de lo cual han emergido advenedizos que se apoltronaron lustros y décadas en el poder. Ninguna democracia históricamente en el Perú ha pasado el periodo límite de tres gobiernos seguidos. Hoy  tenemos la oportunidad de demostrarnos a nosotros mismos que eso no volverá a ocurrir, que somos libres y seámoslo siempre. Sin embargo la sombra de nuestra historia la arrastramos y hoy la enfrentaremos en forma de papeleta.

En nosotros esta hoy romper nuestro karma y que la rueda del eterno retorno deje de girar. Precisamente hoy muchos jóvenes de izquierda van a ser personeros, no ara defender el voto de PPK sino el de la democracia que en este momento él representa. El Foro Juvenil de Izquierda de Jorge Rodríguez ha venido llamando a la ciudadanía a unirse como personeros. Estas elecciones son una batalla voto a voto, y papeleta a papeleta. El fujimorismo cuenta con muchos personeros, PPk no, es noble que un grupo  de izquierda llame a participar de esta manera, porque al fin al cabo todos vamos en este mismo barco.

Las bases del fujimorismo siguen siendo las mismas, y la tan propagan izada inseguridad ciudadana la ha alimentado hasta crecer como un tumor que amenaza con matar nuestras libertades cívicas fundamentales.

La marcha del último martes y la confluencia de un gran frente democrático de última hora representan que el fujimorismo no es de derecha ni de izquierda, pues a ella le temen tanto la izquierda y al derecha por igual, claro algunos pueden coexistir más pragmáticamente que otros, pero la amenaza institucional es la misma. La instauración de un clan, los Fujimori como señores y amos del Perú.

Esta mediocricracia (en lugar de una merotocracia será solo un régimen de mediocres)  ha sido impulsada sistemáticamente por tres gobiernos democráticos continuos, tres gobiernos incapaces de solucionar los conflictos sociales y la   brecha entre incluidos y excluidos. Esta es la principal base de apoyo del crecimiento del Fujimorismo, que ha sido el único proyecto autentico de crear un partido político. Normalmente la lista fujimorista siempre ha cambiado de nombre (Cambio 90, Perú 2000, Vamos Vecino, etc.) pero ahora ha continuado con el nombre de su anterior intento electoral del 2011, Fuerza Popular, porque a diferencia de su padre Keiko está organizando una fuerza política que si tiene representación (y que representación, al menos una decena de sus congresistas electos tiene investigación por lavado de activos y algunos  vínculos con  los carteles del narco), bases populares fuertemente fanatizadas. La nostalgia de un tiempo mejor, de una mano dura y chino de risa es lo que los sectores abandonados por el chorreo, esos que no sintieron que el Perú Avanza, y que jamás vivieron una gran transformación, esos son los que dan la espalda a la continuidad democrática y abrazan sin dudar una propuesta  que raya con el autoritarismo más pernicioso.

Estas también son unas elecciones sobre el borrón y cuenta nueva, nos preguntaran hoy si el crimen no paga, y entonces seremos responsables (nosotros que exigimos justicia y nos paramos quejando cada vez que nos cabecean o nos asaltan en la calle) del porque no se cumplen las leyes. Porque Keiko lo que pretende es una amnistía general, posiblemente en la que incluya a miembros de Sendero Luminoso y el MRTA para paliar el roche de sacar a su viejo de la cárcel. Como sea serán los que votaron blanco y viciado los que apoyaron esa firma ominosa de injusticia a los muertos, a los miles de millones de dólares robados por diez años de fujimorato.

La responsabilidad caerá sobre el pueblo, el mismo pueblo que hace apenas 16 años seguía atento el proceso de extradición de Japón y luego de Chile. Tanto dinero y abogado y diplomático para traerlo de vuelta para que al final termine saliendo como dijo la Chacón en un arranque de sinceridad tenebrosa “por la puerta grande”. Porque de ser electa Keiko hoy no será por la puerta grande que salga la democracia, sino por la de atrás, sin pena ni gloria, como tantas veces en este círculo plano que es nuestra historia.

Hoy todos jugamos por el Perú, no dejemos que esta vez  nos eliminen y luchemos, y oremos y  Esperemos que estas elecciones  cuando menos no sean las ultimas que tengamos libres y trasparentes  en mucho tiempo.

Viva el Perú. Todos juntos digámosle No a la cara de plato.