El cine ya lo profetizó, y parece decirnos más de lo que vendrá. Lo del atentado en Niza tiene un precedente tan claro y obvio que un cinéfilo perspicaz la habrá sacado al instante de ocurrir. Ya en 1966 una película francesa sobre la guerra de Argelia nos expone algo que ya nos sabe a De javu. Lo de Niza ya ocurrió al otro lado del Mediterráneo hace 50 años.
La película es La Batalla de Argel (La Battaglia di Algeri) una producción italo argeli que trata de la guerra de independencia de Argelia respecto al imperio francés. Como en la Argelia de entonces que retrata esta película, se empleó ya este método cruel de ir en un camión por los boulevares (lugares de encuentro de los franceses coloniales) y atropellar a quien se cruzase mientras se le ametrallaba desde las ventanas y se les lanzaba granadas. Los muertos podían ser hombres, mujeres, niños, daba igual. Era el terrorismo puro en acción propagando el terror en los viandantes. Hasta salir de casa significaba exponerse a no volver jamás. En el atentado de Niza del pasado jueves sabemos que el terrorista, un lobo solitario, llevaba consigo explosivos y armas de fuego, de manera que su intención debía ser emular los otrora atentados de la guerra de Argelia de hace 50 años, pero no le alcanzo el tiempo a seguir matando debido a que fue debidamente acribillado por las fuerzas de seguridad francesas. Sin embargo, el atentado fue todo un éxito, más de 80 cadáveres en el día nacional de Francia. Ni en los más lúbricos sueños de un lobo solitario se hubiese imaginado tal logro. Un solo atacante puede ocasionar más daño que una célula organizada y acaparar por supuesto más primeras planas. Eso incentivara definitivamente más atentados, más inseguridad entre la población y menos capacidad de prevención a la policía. Porque un lobo solitario es lo más impredecible que hay.
¿FRANCIA RUMBO A CONVERTIRSE EN OTRO BEIRUT?
A este paso ya lo es. Con tanto atentado la situación francesa se hace imposible. El Estado de Excepción que debía suspenderse este mes de hecho debido al último atentado se prolongara más tiempo, quizá indefinidamente. Este estado de excepción lleva a un deterioro de las instituciones democráticas que golpeadas en las libertades civiles no podrá sostenerse sin caer en una deriva autoritaria, bien representada por las consignas jacobinas del Frente Nacional Francés.
No olvidemos que Francia es una república presidencialista, mientras que en el resto de Europa son democracias parlamentarias donde el poder real radica en el parlamento. La estructura estatal de Francia, entrega mayores prerrogativas al ejecutivo que en circunstancias especiales podría convertirse en un poder omnímodo. Además, recordemos que las repúblicas latinoamericanas tenemos la misma estructura estatal, presidencialista, y muchos de los excesos presidenciales y su carácter de intocables en su función que conocemos sobradamente bien se podrán presentar en un escenario francés próximo, cada vez más empujado por el temor a una situación límite de estado policial.
OTRAS PROFECIAS DE LA PELÍCULA
La película francesa mencionada también narraba los métodos empleados por el ejército francés en su lucha contra la guerrilla argelina. Uno de los métodos empleados era la tortura inmediata de prisioneros. Una tortura despiadada con agua y electrocución que les dio sus frutos permitiéndole en un primer momento de la guerra desmantelar a las organizaciones subversivas. Esto es difícil que ocurra por el estado de garantía a los derechos humanos que tanto defiende el gobierno socialista en funciones de Francia, pero en un hipotético gobierno del Frente Nacional de Le Pen, una ultra de la Nueva Derecha, no dudaría en emplear métodos de interrogatorio excesivos para frenar el terrorismo.
Otra medida que se ve que toman las autoridades francesas en la película es la segregación de la población árabe de la francesa colonial respecto a las zonas céntricas y burguesas. La existencia de retenes policiales, controles de paso, pedido a cada rato de las libretas electorales dan una atmosfera de permanente toque de queda que acentúa los odios y recelos étnicos. Esto ya de por si se está dando dentro de la sociedad francesa, donde usar velo, o tener rasgos muy árabes o la piel oscura se ha vuelto un estigma. El ambiente enrarecido podría llevar a un panorama de linchamiento como se ve en la película, en un momento dado de la misma, después de un atentado en el hipódromo, la exacerbación de los franceses contra los argelinos se vuelve tan irracional, que un pobre niño argelino que estaba allí vendiendo cigarros es atacado por una turba de franceses furibundos, gente de terno y corbata, educados franceses hechos unos maleantes, barbarizados por la barbarie golpeando en turba a un niño.
Esta película es un relato no del pasado Argelino y su independencia, se ha vuelto más bien en la profecía de nuestro presente, donde el terror crece y enferma a todos. Una escena final de esta película es cuando el ejército habiendo ubicado el grupo dirigente de los guerrilleros, teniéndolos atrapados en una casa, y tomando en cuenta que estos no planean entregarse, los termina volando con dinamita. Les pagaron terror con terror. Exactamente a eso vamos. Porque tantas veces Francia ni la tolerante Francia lo aguanta. Y esta película ya tiene un nombre, La batalla de Francia.