Lo silenciaron. Extrañas muertes vienen sucediendo en el gobierno de Dina Boluarte, pues las víctimas eran testigos clave de presuntos casos de corrupción tanto dentro del Legislativo como del Ejecutivo.
La primera de ellas ocurrió cuando Andrea Vidal fuera acribillada con 40 disparos dentro de un taxi; ella habría conocido más nombres implicados en una supuesta red de prostitución dentro del Parlamento. La segunda víctima mortal se trata de Nilo Burga Malca, un empresario de alimentos, quien fuera encontrado sin vida en una habitación de un hotel en Magdalena; él sabía de otras autoridades vinculadas al escándalo de alimentos en mal estado en el programa social Qali Warma perteneciente al Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), programa donde también pertenecería Freddy Hinojosa, actual vocero presidencial de Dina Boluarte.
En un principio se habló de un posible suicidio, pero los estudios de necropsia van arrojando mayores luces al caso que viene remeciendo la coyuntura política, descartándose por completo un manuscrito encontrado en la habitación del hospedaje, curiosamente escrita por una tercera persona, pero firmada por el empresario de 65 años. Asimismo, se hallaron 2 cuchillos al lado del cuerpo del occiso, complicando aún más un posible suicidio debido a lo atípico de ello.
Con los nuevos hallazgos forenses, por otro lado, se puede dejar de lado la hipótesis planteada por el ministro del Interior, Juan José Santiváñez, quien en un primero momento había indicado que se trataba de un suicidio.
“Continuamos con las investigaciones, pero, al menos, según los primeros actos de investigación, darían presumiblemente a entender que estaríamos frente a una autolesión. No quiero adelantarme más, la Policía debe concluir con este procedimiento, pero esa sería la conclusión inicial de acuerdo a los hechos que se vienen analizando”, manifestó el ministro Santiváñez.
El documento de necropsia indica que Burga Malca falleció a causa de un shock hipovolémico debido a la pérdida abundante de sangre provocada por heridas ocasionadas con un arma blanca (cuchillo) en la nunca, el pecho y el abdomen.
Sumado a esos resultados, los peritos de criminalística encontraron bastantes inconsistencias en la escena, detectando rastros de sangre en un sillón y en el suelo de la habitación, deslizando la idea de que habría sido movido para simular un suicidio.
Todo esto llevaría a pensar que existen otros actores que dieron fin a la vida del empresario natural de Chepén.