Consideran a Verónika Mendoza como una demócrata pero no de izquierda; exigen respeto democrático a su participación en estas elecciones; califican a la democracia en la que demandan participar una democracia que solo sirve para los que mandan; descalifican a la CVR señalando que de haber sido útil habría reconciliado al país; consideran a la SUNEDU un instrumento para controlar las universidades; y reivindican que cualquier intento de memoria histórica pasa por la amnistía general de los llamados “presos políticos”.
“¿Por qué por tanto se ha cerrado la verdad histórica?” se pregunta Natalia Osco, secretaria de prensa del FUDEP en esta entrevista.
La entrevista fue realizada en un parque miraflorino, a pocas calles de Tarata. El FUDEP (organización política de extrema izquierda en la que se encuentra el MOVADEF, el conocido brazo político del pensamiento Gonzalo), es un frente “clasista y popular” que aglutina otros pequeños partidos, entre los cuales se encuentra un grupo etnocacerista (RUNAMASI PERÚ SIGLO XXI). Este frente también se podría interpretar como una organización de fachada para meter al MOVADEF en la política peruana.
No sería la primera vez que organizaciones que reivindican planteamientos de grupos insurgentes emplean plataformas de otra denominación. El grupo terrorista ETA en España ha intentado participar a través de otras denominaciones como Batasuna, Bildu o Sortu. Como sea el FUDEP ha alcanzado la envidiable cantidad de 500 mil firmas en 7 meses para su inscripción electoral, además de contar con 73 comités políticos en todo el país. Su inscripción está bajo observación y lo más seguro es que no participe por tener dentro al MOVADEF y estar entre sus principales reivindicaciones (o acaso única bandera) una amnistía general para todos los sentenciados y presos políticos.
La entrevistada, Natalia, vino acompañada de un camarada suyo que durante la entrevista nos estuvo grabando (según él por razones de seguridad y evitar posibles tergiversaciones en las declaraciones de la entrevistada). A media entrevista llego (de la nada) un tercer miembro de su organización a hacernos sombra.
La entrevista fue bastante sosegada y no hubo exabruptos, aunque la entrevistada se negaba a pronunciarse acerca de los atentados y el dolor ocasionado por los grupos subversivos (llámese insurgentes o terroristas, usted elige la denominación). A estas preguntas respondía que “nosotros no tendríamos por qué responder por esos sucesos y que en una amnistía hablarán quienes deben hablar” o que “esas preguntas están pendientes y que con una amnistía se resuelven, porque ahí hablaran quienes deben hablar” porque “hay un grupo de peruanos al que se ha marginado su participación política , y nos referimos a los sentenciados y presos políticos”.
Entre otras cosas manifestó una abierta persecución política en contra de su agrupación por parte del Estado que les viene realizando seguimientos de inteligencia y hostigamiento que ha llegado hasta violencia física.
Cuando le pregunte qué opinión les ameritaba el atentado de Tarata, acertó a responder sobriamente que “nosotros no pensamos que hayan sido delitos. Nosotros consideramos que son hechos políticos” puesto que “todo conflicto interno es un problema político y un problema político se soluciona mediante una solución política”.
Sobre la amnistía indican que debe ser general, sin nombre, en ella estarían incluidos no solo el comité central del PCP-SL y el MRTA sino también el grupo Franco, el Grupo Colina y Fujimori, además de los mandos militares sentenciados. Una amnistía para civiles y militares.
“El Estado dirá sus razones… y la otra parte también”.