Opinión

MUNA: Por fuera flores y por dentro temblores

Lee la columna de Edwin Cavello

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El escándalo de los apagones en el Museo Nacional del Perú (MUNA) también es responsabilidad de la presidente Dina Boluarte, quien por intereses personales terminó designando en diciembre de 2022 como ministra de Cultura a Leslie Urteaga, más conocida como “la gritona del Valle de Lurín”. Este oscuro personaje, recordada también por bailar con Richard Swing, se ha preocupado más por colocar a sus amigos en puestos claves y no en solucionar y gestionar temas tan básicos como el mantenimiento del sistema eléctrico del MUNA, situación que ha puesto en riesgo nuestro patrimonio cultural que se encuentra en el museo ubicado en Pachacámac.

En Palacio de Gobierno ya están buscando su reemplazo, parece que la presidente Dina Boluarte por fin entendió que la mediocre gestión de Leslie Urteaga solo viene empeorando la situación en el Ministerio de Cultura (MINCUL). En los últimos días varios eventos con relación a los museos han revelado el abandono en el que se encuentra el sector. A los apagones en el Museo Nacional del Perú se sumó una inundación y el paro de los trabajadores del Museo de Pachacámac, quienes vienen reclamando por sus derechos. En un video publicado por el portal Lima Gris mencionaron: “Somos los trabajadores del Museo de Pachacámac, de los turnos día y noche, unidos por una sola fuerza que es que nos paguen nuestro trabajo ya realizado. El mes de julio, junio, CTS, gratificación, vacaciones de todos los trabajadores que vienen apoyando. Un año, señores, un año dando la cara y nadie se pronuncia”.

¿Cuál ha sido la reacción de la ministra Urteaga ante los hechos? Pues ha decidido cubrir todo con un gran manto de silencio: no responde a la prensa ni a las solicitudes de entrevistas que se solicitan al MINCUL. Personalmente, desde el 03 de abril pasado vengo solicitando una entrevista con la ministra de Cultura. Han pasado cuatro meses y Leslie Urteaga se sigue corriendo de la entrevista. Parece que la ministra solo es valiente para gritar a sus trabajadores pero no para dar la cara y responder a los cuestionamientos. Hay que señalar que por lo que sucede en el MUNA, la ministra Urteaga tiene responsabilidad administrativa funcional, civil y penal. ¡Basta de sinvergüenzas!

(Columna publicada en Diario UNO)

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