Trump, Musk, transexuales eyaculando, voz en off con un discurso de si quieres puedes, y el holocausto en Gaza, donde los judíos son inequívocamente los nazis (en imágenes alteradas, blanqueadas, suavizadas). Poco más o menos en eso consiste lo que vi. Superpuesto, sucesivo, mezclado. Dicho así suena bien. Dicho así puedes pensar que surgirán, más pronto que tarde, combinaciones terroríficamente interesantes. Que se producirán cortocircuitos reveladores. Que un montaje exacto y audaz conseguirá proezas y que logrará memorables extrañamientos. Pues la potencialidad está, la premisa está dada. Los elementos aguardan a ser recombinados a la velocidad de un mototaxi suicida y con la supuesta excitación extra de una relación ‘contranatura’. Pues nada de eso.
La clave es que el peculiar efecto documental de las imágenes del genocidio contra el pueblo palestino en Gaza es aminorado por recursos distanciadores. Cosa que también suena bien, dicha o escrita. Ya que son imágenes insoportables. Pero, curiosamente, pese a ese aminoramiento, estoy ante una muestra aburrida y cliché de cine de explotación, y poco más. Pero cómo, ¿en la película no se pretendía ser punki, radical, desafiante, llevar al espectador hacia una experiencia límite, confrontarlo con el colmo de lo ‘extraño’? -O con el cliché de lo extraño-. Las imágenes de Gaza son especialmente candentes: qué hacer con ellas es altamente problemático, la pregunta tal vez sea qué cosa tan oscura de lo humano nos lanzan a la cara, qué clase de respuesta exigen a quien las ve o las usa.
Reconozco un gran momento: cuando comprendo que el discurso del sí se puede y todos competimos todo el tiempo desde que nos levantamos cada mañana es justo el sionismo destruyendo Gaza. Está otro momento, con Baudrillard, la hegemonía, el bien contra el mal…
Cómoda y relativamente neutralizadas, las imágenes se superponen por lo general bastante mecánicamente y de manera harto repetitiva, sin que esta repetición genere estados o pensamientos nuevos.
¡Lánzame esas imágenes en la cara con todo su poder destructor y sombríamente iluminador! Ahí hubieras tenido que hacer algo más; elaboración, desarrollo, pensamiento, profundidad, que justifique o haga sostenibles su inclusión, para acercarse a ese movimiento espantoso, a esa violación de la ‘naturaleza humana´. Cosa que no vi.
*Película vista en Andares Acciones cinematográficas, en el local de Paradero Cultural.