Por Edwin A. Vegas Gallo
Morgan Quero Gaime, ministro de Educación y Ángela Hernández Cajo (ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables), miembros del régimen de la sucesión constitucional, que, a golpes y porrazos, quiere llegar a julio 2026; están en el ojo de la tormenta política y ciudadana y por decoro deberían renunciar, habida cuenta su negligente accionar político, al definir como “práctica cultural”, la violación de 500 niñas peruanas en los pasados 10 años.
Por cierto, ¿Dónde estaban los ministros de Educación de ese periodo? ¿Qué hacía la Defensoría del Pueblo, el Ministerio Público y los diferentes credos religiosos ante esta cruel situación de vulnerabilidad de las niñas?
No basta que Morgan Quero, salga en televisión nacional, junto con la vice presidenta de las comunidades indígenas, con cara compungida, más cuidando su puesto, para “pedir disculpas”, en facies diferente a la que, en su momento, lo hacía con aire de superioridad intelectual y en manifiesta actitud aduladora con servilismo presidencial, muy lejos de su curso de profesor de Ética y Ciudadanía que ofreció en una universidad capitalina.
Ni que decir de la adulonería, con imposición de medallas, que le prodigan ciertos rectores de universidades públicas para que consideren a sus allegados, como miembros de las Comisiones Organizadoras de universidades no institucionalizadas.
Según el Registro de grados y títulos de la Sunedu, el graduado Morgan Quero, tiene su bachiller y título en Economía y Políticas Sociales, con estudios de 3 años y 1 mes en el Instituto de Grenoble, Francia, con fecha del diploma del 13-11-1992 y con fecha de resolución Sunedu de reconocimiento del 28 de mayo de 2021 (39 años después de su bachiller).
Asimismo, registra un Diploma de Profundización de Estudios de Comunicación, Tecnología y Poder (Maestría, universidad París 1), con fecha de expedición del 03-11-1994 y con fecha de resolución de reconocimiento Sunedu del 18 de febrero de 2020.
También registra grado de doctor en Ciencias Políticas y Sociales revalidado con por la Pontificia Universidad Católica del Perú, con fecha del 30 de abril de 2014. No señala donde realizó sus estudios doctorales.
En síntesis académica, Morgan Quero inició su actividad docente como doctor, luego hizo reconocer su maestría y titulo, cuando ya formaba parte del gobierno de Perú Libre, en una situación peculiar oscura, que debiera ser aclarada por la Sunedu y por el mismo ministro de Educación.
Referente a la ministra Ángela Hernández, es abogada, Magister en Ciencias Penales, con lo que cuenta con la formación mínima, para tipificar la violación de niñas y adolescentes, como delito grave y no ser cómplice de llamar a esa forma delictiva como “práctica cultural”. Parece que a la ministra no le enseñaron que las fuentes formales del derecho penal son la Constitución y la Ley y que para nada se consideran las “prácticas culturales”.
Con ministros como Morgan y Ángela que son tal para cual, se agudiza la tensión social y “no es hora de ser tibios” y dejar pasar estos absurdos y aberraciones jurídicas y sociales. Nuestras niñas y adolescentes merecen el máximo de nuestro respeto y protección a todo nivel.