En medio de una nueva crisis política del Ejecutivo y a pesar que no hay Congreso de la República recientemente renunciaron cuatro ministros de Estado en las carteras de Educación, Justicia, Energía y Minas, y Transportes y Comunicaciones, e inmediatamente juramentaron en el Salón Dorado de Palacio de Gobierno los cuatro nuevos titulares de dichas carteras.
Sin duda las barajas y acertijos
conspiradores al fiel estilo de Juego de Tronos ha cobrado relevancia en nuestra
aldea política y una vez más el efecto Odebrecht hace uso de su hegemónico
imperio. Ya decía una exparlamentaria amante de Condorito cuando de forma
discreta grabó a un exministro Humalista: “Odebrecht
pone y saca presidentes”. Y al parecer esta vez, saca ministros.
En tanto, en medio de aquel sancochado político donde la figura del Primer Ministro Vicente Zeballos brilla por su ausencia, existe una Rasputina que desde que Martín Vizcarra asumiera la administración ejecutiva del primer mandato del Estado ha sabido acomodarse muy bien a su costado y ha sabido dar órdenes incluso a ministros.
Aquella Rasputina sería nada menos que la Secretaria General del Despacho Presidencial en Palacio de Gobierno la abogada Mirian Morales Córdova y que precisamente antes de aquel correteo ministerial de las últimas horas ha sido designada Directora de Electroperú. Pero ¿cuál es el rol de Electroperú S.A? Aquella empresa estatal de derecho privado a través de sus dos Centrales Hidroeléctricas y una Central Térmica se dedica a la generación, trasmisión y comercialización de la energía eléctrica hidráulica del pais. Como se sabe la mayor instancia de Electroperú está conformada por siete directores y un Presidente del Directorio (Ingeniero Luis Alberto Haro Zavaleta) y en ese sentido, la señora Morales Córdova ya está dentro de aquel Directorio.
La influencia y poder que tiene la señora Mirian Morales sobre el presidente Martín Vizcarra incluso en temas meramente políticos, ministeriales y de índole coyuntural para conflictos sociales es más que explicita.
Cabe recordar que en aquella famosa e
importante reunión del 24 de julio pasado en Arequipa entre el presidente
Vizcarra y las autoridades de esa región y en cuyo desenlace se decidió la
suspensión de la licencia de construcción del Proyecto minero Tía María, estuvo
ahí presente a escasos metros del presidente nada menos que la señora Mirian
Morales. ¿Qué hacía ella en una reunión privada y de alto nivel donde se iba a
decidir el futuro ambiental y económico de millones de peruanos?
Tampoco debemos olvidar lo que sucedió
solo hace dos meses, en diciembre pasado cuando el ministro de Cultura de ese
momento Francesco Petrozzi despidió abruptamente al periodista Hugo Coya de la
Presidencia de IRTP, para reemplazarlo por un inefable y reincidente Eduardo
Guzmán.
Aquel cambio de “fichas” habría sido digitado desde las oficinas de Palacio de Gobierno, pero no por decisión del propio presidente Vizcarra, sino por las rabietas de dos empoderadas funcionarias cercanas al mandatario: la primera sería la Secretaria General de Palacio de Gobierno Mirian Morales y la segunda sería la Jefa de Prensa de Palacio de Gobierno Mónica Moreno. Curiosamente, en toda esta escaramuza de influencias la peor parte además de Coya, la llevó Francesco Petrozzi que a los pocos días terminó fuera de la Cartera de Cultura.
Ya sabemos que la señora Morales
tiene mucho poder en Palacio, e incluso se le voceó como probable Premier en
marzo pasado ante la salida de César Villanueva, a pesar que la Contraloría en
su momento la investigó a través de la OCI del Despacho Presidencial por su
presunta responsabilidad administrativa por el inconsistente costo de la refacción
del comedor de Palacio de Gobierno que según las pesquisas de Contraloría y conforme
a los criterios técnicos señalados en el concurso publico debió costar alrededor
de 208 mil soles, no obstante dicha refacción de acuerdo al costo de los
mobiliarios instalados por la empresa MLE Contratistas Generales S.A solo
costaron 110 mil soles.
Finalmente, tampoco olvidemos que la
señora Mirian Morales Córdova trabajó codo a codo con el presidente Vizcarra cuando
este era ministro de Transportes y Comunicaciones y se empecinaba en llevar a
cabo el proyecto de la construcción del Aeropuerto Internacional de Chinchero
con el Consorcio Kuntur Wasi.
¿Acaso teniendo ahora a Mirian Morales
en Electroperú será clave para aquella obsesión Vizcarrista de seguir adelante
con el proyecto de la construcción de dicho aeropuerto?