En medio de una crisis sin precedentes, miles de mineros artesanales y sus familias han tomado las calles de Lima en una marcha de sacrificio, exigiendo la ampliación del Registro Integral de Formalización Minera (REINFO) como único mecanismo para salvar su subsistencia. Esta movilización no es solo una protesta, es un grito desesperado por justicia y reconocimiento.
La gestión de Rómulo Mucho al frente del Ministerio de Energía y Minas ha sido, por decirlo menos, deficiente. Desde su nombramiento, Mucho ha mostrado una clara inclinación a favorecer los intereses de las grandes transnacionales y las grandes mineras, dejando de lado a los mineros artesanales que representan una parte vital de la economía peruana. Su reciente proyecto de ley, un mamarracho sin contenido real, no solo no logrará formalizar a los mineros artesanales, sino que entregará aún más poder a aquellos que ya controlan las concesiones.
La ampliación del REINFO es una demanda justa y necesaria. Sin esta medida, miles de familias verán peligrar su sustento, y la economía de regiones enteras se verá gravemente afectada. La negativa del gobierno a escuchar estas demandas solo ha servido para aumentar la tensión y el descontento social.
Rómulo Mucho ha demostrado ser incapaz de gestionar de manera efectiva el Ministerio de Energía y Minas. Su enfoque en beneficiar a las grandes corporaciones mineras a expensas de los mineros artesanales es inaceptable. La falta de contenido y visión en su proyecto de ley es una prueba más de su incompetencia.
La renuncia de Rómulo Mucho es una necesidad imperiosa. Si no toma esta decisión por sí mismo, el Congreso debe actuar y censurarlo. El futuro de miles de mineros artesanales y sus familias depende de ello. No podemos permitir que la gestión de un ministro inepto siga poniendo en riesgo la subsistencia de tantos peruanos.
Es momento de que el gobierno escuche las demandas de los mineros artesanales y actúe en consecuencia. La ampliación del REINFO no es solo una medida necesaria, es un acto de justicia. La renuncia de Rómulo Mucho es el primer paso hacia una gestión más justa y equitativa del sector minero en Perú.
La Necesidad de Construir 300 Plantas Procesadoras de Oro en el Perú
El Perú, un país rico en recursos minerales, enfrenta un desafío significativo: la producción ilegal de oro. Cada año, miles de toneladas de minerales salen del país sin pagar impuestos, con aproximadamente 6,000 kilos de oro que se dirigen a Bolivia, Chile, Brasil, Ecuador y Colombia. Este problema no solo afecta la economía nacional, sino que también perpetúa la informalidad en el sector minero, donde el 40% de la producción de minerales está en manos de mineros artesanales.
El Perú necesita 300 plantas de procesadoras de minerales
La formalización minera no puede depender únicamente de leyes. Es esencial que el Estado peruano, en colaboración con socios privados, construya plantas procesadoras de oro que permitan a los mineros artesanales procesar sus minerales de manera legal y eficiente. La construcción de 300 plantas procesadoras de oro es una necesidad urgente para combatir la informalidad y asegurar que los beneficios de la minería lleguen a todos los peruanos.
Ofertas de Colaboración Internacional
En 2016, la empresa de los Rothschild enviaron una carta al entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski, ofreciendo la construcción de estas 300 plantas procesadoras. De igual manera, el gobierno chino propuso la construcción de las mismas plantas a través del proyecto Oro Azul. Estas ofertas representan una oportunidad invaluable para el Perú, que debe ser aprovechada para impulsar la formalización y el desarrollo del sector minero.
Los chinos invitaron a 30 dirigentes de la minería artesanal a Hong Kong.
Beneficios de la construcción de plantas procesadoras de minerales
Reducción de la Producción Ilegal: Al proporcionar a los mineros artesanales acceso a plantas procesadoras legales, se reduciría significativamente la producción ilegal de oro y la evasión de impuestos.
Aumento de Ingresos Fiscales: La formalización del sector minero aumentaría los ingresos fiscales, permitiendo al Estado invertir en infraestructura, educación y salud.
Mejora de las Condiciones Laborales: La construcción de plantas procesadoras mejoraría las condiciones laborales de los mineros artesanales, proporcionando un entorno de trabajo más seguro y regulado.
Desarrollo Sostenible: La formalización y modernización del sector minero contribuirían al desarrollo sostenible del país, promoviendo prácticas mineras responsables y respetuosas con el medio ambiente. Integración de los Pequeños Mineros
La solución a la informalidad no pasa por la criminalización, sino por la integración de los pequeños mineros en los procesos productivos. Es fundamental asociar a los mineros artesanales mediante cooperativas o asociaciones con la mediana y gran minería. Esta integración permitiría compartir conocimientos, recursos y tecnologías, mejorando la eficiencia y sostenibilidad del sector.
La construcción de 300 plantas procesadoras de oro en el Perú es una medida esencial para combatir la informalidad y asegurar el desarrollo sostenible del sector minero. Aprovechar las ofertas de colaboración internacional y promover la integración de los pequeños mineros en los procesos productivos son pasos cruciales para alcanzar este objetivo. Solo a través de un enfoque integral y colaborativo, el Perú podrá transformar su sector minero y asegurar un futuro próspero para todos sus ciudadanos.