Opinión

Ministro Rómulo Mucho insiste en apostar por el suicidio energético

Lee la columna de Hans Herrera Nùñez

Published

on

Hoy se vota en el pleno el proyecto de ley lobista 4565 impulsado por el ministro de Energía y Minas Rómulo Mucho, que promueve el uso de renovables, sin embargo, mientras el Ejecutivo insiste testarudamente por las RER, el resultado de las elecciones en EE.UU. empieza a repercutir en países como Alemania, cuya alianza de gobierno se rompe al no ponerse de acuerdo sobre una mayor flexibilidad energética.

Perú que tiene una brecha energética solo comparable a su brecha en infraestructura, debería comprender que su reciente afán de impulsar unas fuentes energéticas poco seguras como son las energías renovables, tendrá unos costos enormes y los más perjudicados será el más del 30% de peruanos en la pobreza, a los que supuestamente las nuevas políticas energéticas impulsadas por el Ministerio de Energía y Minas busca beneficiar.

El relato del ministro Mucho se podría resumir así: Perú tiene la tercera tarifa residencial más alta de América del Sur y con riesgo a seguir incrementándose debido a la posibilidad de usar más diésel en la generación eléctrica. Dependencia en un 92% de generación eléctrica en base a hídrico y gas natural (relato para diversificar las fuentes de aprovisionamiento eléctrico). El déficit hídrico de los años 2022 y 2023 que impactó negativamente el precio de generación eléctrica, elevándolo de 40 dólares el MW a 200 dólares el MW.

Ahora bien, este relato no corresponde del todo a la realidad. La diversificación no es crucial para un mejor y más eficiente servicio eléctrico, toda vez que Perú necesita más exploración de yacimientos de gas y petróleo que si tiene, pero que no se explotan. El problema es que no hay una adecuada promoción para la puesta en marcha de estos recursos dormidos.  Sobre el déficit hídrico este se debe menos al cambio climático y más a una falta de gestión del agua. Según el embajador Guillermo Russo Checa, se requiere en Perú una autoridad centralizada del agua, cosa que no existe. La crisis hídrica en todo caso es resultado de una ausencia de gestión. Y esto podemos suponer ocurre por una voluntad firme, y es que tanta ineptitud respecto con Petroperú como con la gestión de agua, se debería a causa de intereses particulares enfocados a vendernos las renovables como panacea energética. Lo cierto es que esta política nos está resultando más parecida a un veneno.

En resumen, nuestra política energética es mediocre, miope y no se percata que podría acabar afectando la seguridad nacional de Perú.

Lecciones del mundo

Ayer mismo llegó a su fin la alianza del gobierno federal alemán entre liberales, socialdemócratas y verdes, ante una política económica que no corre ni camina. El gobierno semáforo (rojo, amarillo y verde), muere en un contexto de ralentización de la economía alemana aplastada por una política energética nefasta. Recordar que el gobierno de Merkel (CDU), cerró las plantas nucleares y se entregó a depender del gas ruso, después con la guerra de Ucrania y el bloqueo a Rusia, Alemania solo ha conseguido dispararse a los pies.

Esto sumado al cierre de plantas de carbón ha llevado a un suicidio energético que los hizo depender de recursos energéticos renovables que no han demostrado en la experiencia real poder sostener el aparato productivo alemán que viene perdiendo competitividad ante China y otras potencias emergentes. Resultado de esta ineficiente política energética es el auge de propuestas políticas radicales como es el ascenso de AFD, esto como consecuencia de una perdida de confianza ante un futuro cada vez más incierto. Hay que recordar que los alemanes se han visto obligados a pagar cada vez tarifas más altas de electricidad, especialmente en invierno, esto junto a la deuda amenaza a Alemania a convertirse en una Italia del norte.

Los altos costos de energía podrían llegar a Alemania a una recesión entretanto las renovables no levantan el aparato productivo de uno de los países que más ha invertido en este tipo de fuentes de energía. Y es que las energías renovables además de un negocio de pocos subvencionado con el dinero de muchos, es también un dogma medioambiental, solo un pensamiento dogmático puede explicar semejante necedad de sacrificar al pueblo frente a un combate al cambio climático que por otra parte es irreversible y natural, y a la que más bien se deben las economías adaptar en lugar de pretender una guerra moral.

Suavizar las regulaciones climáticas son una de las causas de la ruptura del gobierno federal alemán, el cual parece adelantar el calendario electoral mientras el parlamento alemán deberá reorganizar el gobierno en enero próximo. Cómo sea, en la ecológica Alemania el viento no sopla y el sol no sale para recargar las baterías de un gobierno agotado.

Por otra parte, el triunfo de Trump es visto como un gobierno poco amigo de una hegemonía energética verde, mientras los precios de los mercados de crudo tuvieron una ligera subida. Está claro que las renovables entran en un proceso de crisis, por lo que el tema de energía para Perú exigirá a su actual gobierno ver con mucho cuidado su política, sobre todo en un momento en que Perú está empezando a ganar un protagonismo en la región con el puerto de Chancay. Hacen falta más exploraciones de yacimientos de gas y su explotación, cosa que Bolivia sí hace y Perú viene quedándose atrás, tal como Chile, que cometió el error de apostar por energías renovables poco seguras y además caras.

Comentarios
Click to comment

Trending

Exit mobile version