Ministro Ricardo Cuenca: «Detrás de todos esos colectivos que defienden la educación de sus hijos existen intereses religiosos»

Ricardo Cuenca Pareja, unos de los investigadores estrellas del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), una ONG que, por encargo de La República, realiza encuestas como la que arrojaba que el 92% de encuestados estaba contra la vacancia.  ¿Qué pasó con este gobierno morado y su gabinete? 

Si mencionamos el currículo de Ricardo Cuenca, evidentemente este se mostrará frondoso, pues todos sabemos de su rol protagónico en el IEP, además es profesor principal del Departamento de Educación de la Universidad Peruana Cayetano Heredia y es miembro de innumerables organizaciones y redes que tienen que ver con estudios de educación y ciencia. Asimismo, ha sido parte de investigaciones para emprender reformas y políticas educativas.

Es por ello, que en estos momentos vemos que la mayoría de noticias, desde que asumió la cartera de Educación, lo ponen como un gurú y como el gran impulsador de la reforma educativa en el Perú.

Sin embargo, cabe resaltar que el nuevo ministro de Educación dio su incondicional respaldo al trabajo del exministro de Educación pro-Intercorp, Martín Benavides cuando éste aún estaba al mando de Sunedu, y siempre manejaron el discurso de que todo se hacía en honor a mejorar la calidad de la educación universitaria en el Perú. Cuando en realidad, hoy todos los estudiantes universitarios y de estudios superiores son testigos de que esos grandes cambios y reformas programadas siguen sin llegar y sin cristalizarse; más allá de la abrupta e inesperada pandemia que dejó con los crespos hechos a todos los sectores.

Cuenca es un defensor de la perspectiva-ideología de género (aunque él niega ese término y lo reemplaza por “enfoque”), y con el auspicio de este gobierno transitorio no va a perder, aunque solo queden ocho meses de régimen, la oportunidad para reinsertar nuevamente ese paradigma como política pública educativa, o en su defecto, volver a cimentar sus bases y/o estructuras.

Tal como se lee en una entrevista de 2019, sobre la ideología de género, Ricardo Cuenca dijo: “Si el Poder Judicial le da la razón a este grupo [Padres en Acción], podría sentar un pésimo precedente porque a futuro podría aparecer cualquier grupo que quiera objetar el currículo escolar y se le va a tener que hacer caso, lo que desestabilizaría al Estado en su rol educativo”.

“En todos los países del mundo, es el Estado quien decide lo que se va a enseñar en las escuelas y al interponerse trabas judiciales lo que se está haciendo es debilitar su tarea”.

“Es imposible tener a cada padre de familia contento” con lo que se va a establecer en el currículo”. 

“Según han denunciado en numerosas ocasiones los sectores conservadores, el enfoque de género, al que llaman “ideología de género”, es una política que busca “hipersexualizar” a los niños, además de promover una supuesta “agenda LGBT” en las escuelas y que busca atacar la familia tradicional (padre, madre e hijos).

Además, añadió: “Detrás de todos esos colectivos que defienden la educación de sus hijos existen intereses religiosos que buscan frenar el enfoque de género y que esa resistencia a la aplicación del enfoque de género es “un poco ridícula”, pues un juez no puede mandar sobre lo que los profesores ya están enseñando, considerando que la sexualidad es un tema inesquivable en la discusión escolar actual”.

También en una entrevista para IEP Ricardo Cuenca señala:

«El enfoque de género se ha venido trabajando mal, bien, más o menos, hace algunos años atrás, lo que pasa es que movimientos internacionales como ‘Con Mis Hijos No te Metas’ han arropado el término ideológica y políticamente, situándolo dentro de la discusión pública reciente. Es algo parecido a lo que ocurre con la memoria. Cada cierto tiempo alguien descubre que los textos escolares mencionan el término ‘Conflicto Armado Interno’ (CAI) y explota el asunto. En 2008 yo participé de una comisión porque la congresista Mercedes Cabanillas denunció al viceministro Vexler de hacer apología al terrorismo  porque los libros mencionaban el término CAI. Nuestro resultado fue que no había apología sino algunos problemas pedagógicos. Retomando, cada vez que un grupo de interés levanta el tema de enfoque de género, sumado a situaciones como la visibilización de los feminicidios y de los maltratos contra las mujeres se genera un combo que creo yo es a la larga beneficioso porque lo que necesita este país es descubrir la necesidad de un enfoque de género independientemente de las creencias religiosas o posturas políticas».