El ministro de Salud Oscar Ugarte plantea abrir las puertas a instituciones privadas para que estas compren, distribuyan y comercialicen las vacunas contra el nuevo coronavirus SARS-CoV-2.
“No es nuevo que haya una interacción público-privada para muchas cosas en salud (…). La última ley que aprobó el Congreso lo permite. La ley dice ‘se autoriza la participación del sector privado’, con una sola condición. En su cuarto artículo, que se respete el artículo 204 del Código Penal”, señaló el alto funcionario durante una entrevista en Willax TV, al ser interrogado insistentemente sobre el asunto.
Según el mencionado artículo, el precio que el sector privado ofrezca a la población no podría ser mayor al del sector público. “Yo sé que hay muchos empresarios que quieren promocionar y adquirir vacunas para su personal. ¿Por qué no?”, planteó. Aunque luego reconoció que para los trabajadores de salud que se hallan en primera línea, esto ya no es necesario.
“Yo he planteado en una reunión que hemos tenido en la tarde, también estaban representantes del Comando Vacuna, que debería articularse con el sector privado para ampliar la capacidad de llegada y ser más eficientes”, indicó.
Además, el ministro propone que la distribución de la inmunización contra la COVID-19 se realicen a través de farmacias, a las que define como “un vehículo muy rápido de llegada”, según su posible estrategia.
Sin embargo, a mediados de enero, el Gobierno afirmó que el Estado garantizaría el acceso gratuito a la vacuna contra el coronavirus a todas las personas dentro del territorio nacional mayores de 18 años que deseen obtenerla.
“No es posible (que este año laboratorios privados comercialicen la vacuna contra el COVID-19)porque quien coloca una vacuna de emergencia la coloca en situación de emergencia, y en situación de emergencia uno asume todos los riesgos, incluido el seguro para cada persona que se le aplica la vacuna y la atención médica de cualquier eventualidad que pueda surgir, es por eso que en todos los países del mundo es el Estado el que está haciendo eso”, había señalado la anterior ministra de Salud, Pilar Mazzetti.
De darse la apertura para que el sector privado pueda comercializar las vacunas, se estarían agilizando el proceso de vacunación a nivel nacional, salvando miles de vidas que ahora se encuentran luchando en una cama UCI; eso sí, respetando los precios que el Gobierno le está indicando.