Ministro Ciro Gálvez aceptó la renuncia de Eduardo Guzmán ¿Qué pasará con los trabajadores que dejó en la calle?
Eduardo Guzmán sabía que en el mes de julio se iría y dejaría la dirección del canal estatal, y a pesar de eso durante la pandemia despidió masivamente a personal que tenía entre 8 y 15 años de servicios en las modalidades de CAS y Contratos Temporales.
Pasan los días y Eduardo Guzmán Iturbe continúa despachando en el canal del Estado como Presidente Ejecutivo del IRTP; no obstante, se sabe que el ministro de Cultura Ciro Gálvez ha aceptado la renuncia de Guzmán, pero solo faltaría la firma del Primer Ministro Guido Bellido, para que sea publicado en El Peruano, junto con la designación del nuevo mandamás del IRTP.
Sin embargo, personajes como Guzmán siempre utilizan las redes sociales para que el grupo de sus seguidores lambiscones les hagan eco y por eso él escribió en su Twiter:
“Fueron 20 meses de arduo trabajo desde la plataforma de comunicación del Estado, el IRTP. Somos un medio público que cree en la libertad al servicio de la información, educación, entretenimiento y cultura de toda la ciudadanía, de la integración, inclusión e interculturalidad”.
Se parece a otro personaje que lo acaban de despedir de la jefatura de la BNP, por los escándalos debido al despilfarro que cometió durante su gestión y en plena pandemia. Y a pesar de ello, el grupito de amigos sobones de Ezio Neyra siguen propalando en las redes que él ha enaltecido los servicios de la institución bibliotecaria.
Así funcionan estos funcionarios lesivos para la sociedad porque que son enemigos de los “administrados”, como Eduardo Guzmán que proclama que cree en la libertad al servicio de la cultura, pero fue el primero en sacar de la parrilla televisiva a los programas culturales, cuando lo primero que quiso hacer apenas regresó en su segunda vez como Presidente Ejecutivo, fue eliminar los noticieros de lengua originaria, y aunque esos noticieros no tienen gran rating, finalmente, son el bastión de lo que proclama el Mincul, y además cumplen la misión y visión del IRTP. Al parecer, algún asesor le sugirió que no vuelva a “patinar” y por eso no los canceló, aunque se sabe, que como eso lo había instaurado Hugo Coya, Guzmán quiso cerrarlo porque no comulga con él.
En esa línea, Guzmán, más allá de implementar cultura… y como está al servicio del “entretenimiento” ha enfatizado los programas enlatados, como el de Almendra Gomelsky titulado “Hecho a Mano”, que es realizado por una productora que luego se lo vende a TV Perú, y así como ese programa hay dos más.
Él ha empoderado a sus amigos desempleados, como el caso del reportero Johnny Sánchez Sierra, que también es egresado de la universidad de Lima donde estudió Guzmán, y éste lo acompañó en épocas del reality“Fuego Cruzado”, y luego en Latina cuando él trabajaba allí, y por ello lo trajo a TV Perú con un buen salario para hacer programas con videoteca, con los archivos del canal, y así empleó a otros amigos, como Perla Berríos, en su primera gestión, aunque ahora ella ha migrado al Poder Judicial para desenvolverse como Gerente de Comunicaciones.
Sin embargo, esa empatía que Guzmán tuvo con sus amigos periodistas, nunca la ejerció con el personal del canal. Recordemos que en la televisora estatal hay muchos empleados mayores, que ya están al borde de la jubilación y recordemos también que el alto directivo, no cumplió con lo que prometió en pandemia, de mantener a los trabajadores en sus puestos de trabajo.
Y de los trabajadores que él ordenó despedir, solo han repuesto a un grupo reducido, y no así a todos.
Existe un grupo de trabajadores despedidos que han interpuesto demandas judiciales, porque se quedaron en la calle y sin trabajo, y todo por culpa del indolente Eduardo Guzmán que ya está a punto de salir del IRTP para irse a su casa, pero que lamentablemente deja en la calle y sin ninguna justificación a los trabajadores que fueron despedidos bajo su dirección.
Estamos hablando de trabajadores que tenían más de 8 años laborando. Hemos recibido información que en el mes anterior se ha despedido a trabajadores que estaban en la condición de contratados como temporales, y que cobraban por recibo por honorarios en otras áreas; sin embargo, ninguno de ellos ha reclamado aún.
Y a los que despidió en diciembre del año pasado, en 2020… no los repuso jamás.
Guzmán Iturbe, los dejó sin trabajo (hablamos aproximadamente de 9 a 10 personas) y la forma de depurarlos fue extremadamente grotesca. Ellos fueron a recoger su canasta de navidad, y en el momento que la recibían, luego los llamaban desde la oficina de Recursos Humanos y les entregaban sus cartas de despido.
Y el siguiente grupo de despedidos se dio en enero de 2021 y fue por correo electrónico, pero aquellos trabajadores protestaron y felizmente a través de los excongresistas Daniel Oseda Yucra y Rocío Silva Santisteban que enviaron cartas conminatorias a Guzmán, se logró que repusieran solo a cuatro y de la manera más cobarde, porque como todavía no había culminado el mes, ellos simplemente anularon las cartas de despido que habían enviado y de esa forma, automáticamente proseguían los contratos de trabajo.
Sobre eso, un trabajador repuesto, en su testimonio afirmó: “En aquel momento me llamaron por teléfono para decirme que hubo una equivocación, y que siga trabajando nomás, porque no estaba despedido y que luego firme mi contrato nuevamente”.
En cambio, a los que despidieron en diciembre, nunca más los reincorporaron. Ante ello la Federación de Periodistas del Perú hizo un espíritu de cuerpo con aquella situación ante los despidos masivos y se solidarizó con los trabajadores vulnerados y emitieron una carta de protesta titulada: ¡No al abuso y al despido masivo contra el profesional de prensa! reclamando a Eduardo Guzmán y a su gerente de Prensa Renzo Mazzei por querer imponer su voluntad.
Eduardo Guzmán sabía que en el mes de julio habría cambio de gobierno y que él se iría y dejaría la dirección del canal estatal, y a pesar de eso despidió masivamente a personal que tenía entre 8 y 15 años de servicios en las modalidades de Cas y Contratos Temporales, y peor aún, en plena pandemia cuando no hay posibilidades de empleo.
En el canal del Estado hay bastante personal con 20 años de servicios y que todavía no está en planilla, porque son CAS. El sindicato está indignado y al parecer se habrían reunido con el ministro de Cultura Ciro Gálvez; sin embargo, más no pueden hacer.