Tras la difusión del caso, la denuncia por negligencia publicado el 3 de abril, horas después el CEM intervino visitando el domicilio de la menor. Como ya se sabe, el caso de Lucía – nombre que usamos para proteger su identidad -, una estudiante de 17 años del CEBA Nuestra Señora de la Asunción de Chilca fue víctima agresión física y sexual al salir de sus clases. En una evidente respuesta política de control de riesgos, la ministra de la Mujer, Fanny Montellanos Carbajal, ayer visitó personalmente el domicilio de Lucía.
Durante la visita, anunció estrategias para implementar la protección de los estudiantes en el CEBA Nuestra Señora de la Asunción. Este gesto, aunque simbólicamente importante, debe traducirse en compromisos concretos y sostenidos. Me pregunto ¿La visita de la ministra fue un gesto para la foto o un punto de partida para desarrollar políticas públicas eficientes?
En la nota de prensa publicada hoy por el Ministerio de la Mujer se cometen serias inconsistencias que malinforman a la población. Los hechos ocurrieron el 31 de marzo, pero el CEM recién intervino el jueves 3 de abril, 3 días después de lo ocurrido, y solo a raíz de la denuncia por negligencia.
Recordemos que, posterior a la denuncia realizada a través de la Línea 100 la madrugada el 1 de abril, el Centro de Emergencia Mujer (CEM) de Mala-Cañete mostró una actitud que, con justa razón, puede calificarse como negligente. El CEM de Mala, según la versión de la familia, se negó a realizar la visita domiciliaria a la menor, minimizó el caso como “un simple robo” y exigió que la víctima y su madre se trasladaran al centro, ignorando su precaria situación económica.
A pesar de lo ocurrido, la ministra decidió mantener en sus cargos a las funcionarias responsables a cargo del CEM de Mala-Cañete, evidenciando una gestión débil que no garantiza que estos hechos no se repitan. Esta decisión refleja un problema estructural más allá de las personas: la falta de preparación y sensibilidad en una institución llamada a proteger a las mujeres y a los integrantes del grupo familiar.
Ministra, que el “Ministerio de la Mujer no reconozca la negligencia en el procedimiento es más que preocupante. Recuerde que, sin reforma institucional, no hay protección real. Se necesita transparencia pública, esta implica decir la verdad y no maquillar los acontecimientos con notas de prensa que comunican los hechos de forma sesgada”.
Todos recordamos el caso de Sonia Torres Areche (39 años), asesinada el mes de enero por su pareja en Huancavelica, como lo reportó el semanario hildebrandtensustrece.com/. En este caso, el CEM de Huancavelica consideró que Sonia no estaba en “riesgo severo». Esto provocó el cambio de Ministra, a pesar del cambio, no se modificaron los protocolos ni hubo cambios en los funcionarios a cargo de los CEM, evidenciando la falta de reformas estructurales en el sistema de protección.
Es fundamental que las medidas anunciadas por la ministra no queden en simples promesas ante la opinión pública. La reparación para la estudiante —y de tantas otras víctimas en situaciones similares—. Se requiere inversión, fiscalización, transparencia y, sobre todo, voluntad política para asegurar que ninguna joven, en ningún rincón del país, vuelva a enfrentar sola un sistema que tiene el deber de protegerla. El Estado debe garantizar que los CEM realicen visitas domiciliarias, ofrezcan asistencia legal y apoyo psicológico integral inmediato sin esperar que los casos se hagan público, asegurando la salud mental de las víctimas, y no solo sea un trámite administrativo.
YANAPP: TECNOLOGÍA SIN RESPALDO INSTITUCIONAL
En medio de este escenario, resulta inevitable hablar de Yanapp, la aplicación del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables creada con el objetivo de prevenir y atender casos de violencia. Aunque la iniciativa es loable en su intención, existen límites operativos y estructurales:
Información sin acción: De qué sirve que Yanapp brinde información sobre violencia contra las mujeres y servicios, si cuando se activan estos servicios (como la línea 100), la respuesta institucional es deficiente, lo que es más preocupante te “revictimizan”.
Geolocalización sin reacción: Yanapp permite geolocalizar el Centro de Emergencia Mujer (CEM) más cercano, pero de poco sirve si estos centros no cuentan con personal capacitado ni recursos. Además, muchos exigen que la víctima se traslade, ignorando su realidad económica. La escasa cobertura de CEM, requiere de una articulación intersectorial real entre los sectores de Mujer, Educación e Interior; sin embargo, ni el ministro del Interior Julio Díaz Zulueta ni el de Educación Morgan Quero Gaime han asumido la responsabilidad alguna.
Círculo de confianza sin respaldo institucional: El sistema de alerta a personas de confianza puede funcionar correctamente, pero no sustituye la responsabilidad del Estado de garantizar protección efectiva. Para las víctimas, la sensación es clara: “no hay Estado”.
La aplicación Yanapp presupone condiciones que muchas mujeres en situación de riesgo no tienen: acceso a internet, datos móviles, smartphones, y tiempo para navegar entre opciones. No contempla, por ejemplo, algo tan básico como la precariedad económica de las víctimas, ni dispone de mecanismos de seguimiento para garantizar que las entidades cumplan con lo que anuncian. Es evidente la desconexión con la realidad socioeconómica.
No basta con aplicaciones móviles ni con discursos bienintencionados. Si no se fortalecen los protocolos, se capacita al personal, se dota de recursos a los CEM y se eliminan las barreras de acceso para las víctimas, toda estrategia corre el riesgo de ser solo un maquillaje digital para un problema profundamente humano y estructural.
La tecnología puede ser una aliada. Pero sin un sistema que funcione, solo sirve para visibilizar más crudamente nuestras carencias. Es urgente que exista modificaciones al protocolo de atención de los Centro de Emergencia Mujer, el actual no responde a la realidad y mucho menos el aplicativo Yanapp. Con Google Maps los ciudadanos podemos ubicar dónde se encuentra la comisaría o CEM más cercano…