A través del programa nacional emitido por TV Perú Noticias, la Directora General de Defensa del Patrimonio Cultural, Leslie Urteaga, mencionó que el sitio arqueológico de Conchopata ubicado en el distrito de Ayacucho, estaría siendo afectado o invadido en estos días de cuarentena. Ante lo mencionado por la directora General de Defensa de Patrimonio Cultural, un grupo de expertos de Ayacucho realizó la inspección a dicho sitio arqueológico, verificando in situ que las afirmaciones de Lelise Urteaga carecen de veracidad.
En la inspección se constató que no existe ninguna invasión ni afectación que se haya realizado en los últimos meses de cuarentena; muy por el contrario, lo que se evidencia es el descuido y abandono total por parte del Ministerio de Cultura, a pesar de las afectaciones que durante décadas ha sido objeto este sitio arqueológico emblemático.
Por otro lado, se supo que el referido sitio arqueológico Conchopata se encuentra actualmente inmerso en un proceso judicial entre la DDC Ayacucho y la Asociación pro vivienda de docentes jubilados «María Cordero», evidenciándose que la zona se halla desprotegida y bastante descuidada, lo cual debe motivar su intervención a nivel de conservación y restauración, siendo posible incluso llegar a acuerdos más sensatos entre los que mantienen el litigio mencionado en salvaguarda y protección del sitio arqueológico.
Pues, por la condición y la situación social que también es materia de atención, cabe la posibilidad de una redelimitación de la zona, con lo cual podría ponerse fin a largos años de infructuosas gestiones judiciales (sabemos que el Ministerio de Cultura tiene en el olvido estos procesos en Ayacucho), siendo este monumento el que viene sufriendo las consecuencias del abandono mencionado.
Se considera que la referida Dirección General de Defensa del Patrimonio Cultural en coordinación con la DDC Ayacucho, debería avocarse a acciones mucho más efectivas y beneficiosas para nuestro patrimonio, sólo con hacer referencia que hasta la fecha se desconoce de acciones que por función debió realizar la Dirección de Cultura de Ayacucho ante flagrantes hechos de afectación y destrucción cultural, los casos son abundantes y se encuentran abandonados, esto ha generado la indignación en la ciudadanía.
Es inaudito, además, enterarse que los mismos funcionarios de la DDC Ayacucho, hacen la recomendación de arqueólogos allegados para que tomen el caso de posibles soluciones a estos problemas judiciales, cayendo en un presunto delito de tráfico de influencias, situación que ha sido denunciada ante el Ministerio de Cultura de Lima sin que se obtenga respuesta alguna.
Recordemos, además, las afectaciones que produjo la misma titular de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Ayacucho, en contra de un monumento histórico que cuenta con Declaratoria y que es de su propiedad, habiéndose archivado el caso de manera muy extraña, entre otros casos sorprendentes.
Hoy en día se tiene la destrucción de inmuebles y parte de estos en pleno centro histórico, en viviendas declaradas, como el cambio y desaparición de un pórtico colonial en la última cuadra del Jr. 28 de Julio, eje propuesto como matriz para la recuperación de la ciudad colonial ante el advenimiento del Bicentenario, siendo Ayacucho el núcleo, la sede de toda esta conmemoración.
Debemos enfatizar, que el actual gobierno ha efectuado lanzamientos que involucran la protección, conservación y puesta en valor de diversos monumentos inmuebles como la Quinta Caballitos en la ciudad de Huamanga, entre otros; pero, hoy se observan daños irreversibles a dicho patrimonio, donde la responsabilidad recae entre instituciones como la Oficina del Centro Histórico de la Municipalidad Provincial de Huamanga y la misma DDC Ayacucho, pues no se han paralizado estas acciones de lesa cultura y se practica el silencio cómplice y hasta se especula en los medios locales que es posible que dichas afectaciones cuenten con autorizaciones de uno u otro ente en base a supuestos actos de corrupción.
Siendo escandalosa la situación relacionada con las afectaciones a nuestro patrimonio en Ayacucho, la comunidad local ha trasladado muchas de estas denuncias a Lima pidiendo la remoción de la Directora de la dirección Desconcentrada de Cultura de Ayacucho, Luz Rosario Antonio Vargas, por no preocuparse por estas afectaciones y seguramente de muchas otras; incluso en otras provincias existen graves daños al patrimonio histórico y arqueológico de lo cual no se da cuenta, consecuencia de una desastrosa e improvisada administración de la Dirección Desconcentrada de Cultura que brilla por su ausencia en todo evento o suceso donde les corresponde liderar, mediar y sancionar, e incluso, evade a la prensa local con argumentos infantiles. Además, ciudadanos señalan que la Directora de la DDC Ayacucho, tiene personal encargado de censurar las denuncias de los ciudadanos en las redes sociales para evitar ser cuestionada por los medios de comunicación o por sus superiores.
Son numerosas las denuncias en contra de dicha funcionaria ante la sede central de Lima, pero por los contactos que tiene con altas autoridades como la viceministra de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales Doña María Elena Córdova Burga (con quien se conoce desde que esta última fue directora de la DDC La Libertad, de muy cuestionada gestión) todo queda sin investigación. La inoperancia también de los entes de la Sede Central como es la mencionada Dirección de Defensa. Se conoce del inicio de muchos PAS mal elaborados y sin sustento, que son la invitación a que ciudadanos inescrupulosos y enemigos de la cultura actúen con tanta alevosía, pues saben que nada les pasará.
Los ayacuchanos solicitan que se declare en reorganización el Ministerio de Cultura. Además, solicitan la inmediata destitución e investigación sumaría a la directora de la DDC Ayacucho Luz Rosario Antonio Vargas. De igual manera exigen la renuncia de la viceministra de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, Doña María Elena Córdova Burga y de la Ministra de Cultura Sonia Guillén Oneglio.
Por último, solicitan al Poder Ejecutivo se baje los sueldos de todos los asesores del Ministerio de Cultura que en estos meses están ganando esas fuertes sumas de dinero sin trabajar como corresponde, solo por las relaciones que tienen con las altas autoridades del Gobierno.