Vade retro. Nuestra Constitución de la República de 1993 indica en su artículo 50 que el Perú es un Estado laico, pero en la práctica casi el 70% de sus habitantes responde al catolicismo cuando se le consulta si profesa algún credo. El grueso de esa población corresponde a personas mayores de 40 años a más, sin embargo, existen muchos jóvenes que sienten gran admiración por la obra en vida de Jesucristo, así como de todos los santos.
La obra “María Maricón”, prevista a estrenarse el 30 de enero, terminó siendo cancelada luego que se difundiera un afiche representando a la Virgen María como un hombre homosexual, cosa que no fue bien tomada por el sector más conservador de la Iglesia Católica en nuestro país, así como de la Universidad Católica, casa de estudios de los alumnos de Artes Escénicas que iban a representar esa puesta teatral.
En similar descontento también alzaron su grito al cielo autoridades como el burgomaestre limeño Rafael López Aliaga, quien no dudó en calificarla como una ofensa directa hacia la imagen de la Virgen Santísima.
Asimismo, el Ministerio de Cultura (Mincul), ente encargado de otorgar el permiso como evento cultural no deportivo, también salió a pronunciarse, condenando a aquellos funcionarios que no revisaron bien los permisos otorgados, anunciando que se tomarán “medidas correctivas” por lo que consideran un atentado contra la imagen de la Madre de Jesús.
En su pronunciamiento, Mincul indicó que rechaza el contenido de la Resolución Directoral N° 001324-2024, la cual fue expedida por la Dirección General de Industrias Culturales y Artes de su jurisdicción. Esto se debe a que la puesta en escena recibió la calificación de «espectáculo público cultural no deportivo«, mismo que fue autorizado por la referida sede.
La cartera encabeza por el ministro Fabricio Valencia reveló que dicha resolución ha sido suscrita por la directora general de Industrias Culturales y Artes, sin conocimiento del Despacho Viceministerial de Patrimonio Cultural ni del Despacho Ministerial. Por ello, garantizó que evaluarán las decisiones a tomar frente a lo que podría considerarse una falta a sus normativas internas.
Por último, invocan al respeto por los símbolos religiosos que son considerados «patrimonios de nuestro país». Además, se refirió al título que recibió la obra y la imagen el afiche, advirtiendo que catalogar a la Virgen con la figura de un varón estaría atentando contra los elementos de la fe católica.