Tensión al rojo vivo. Las reiterativas protestas y el reciente bloqueo de carreteras han forzado a la minera Antamina (la mayor productora de cobre de Perú controlada por Glencore y BHP Billiton) suspender sus operaciones en Perú debido a la constante violencia suscitada.
Antamina dio cuenta que manifestantes habían bloqueado una carretera a 60 kilómetros de la mina ubicada en la región de Ancash, alegando que la empresa no había cumplido con ciertos compromisos sociales.
“Antamina invoca a las autoridades regionales y nacionales a que nos ayuden a retomar el diálogo en un clima de paz social y entendimiento recíproco”, dijo la firma en un comunicado.
Ante ello, hoy la minera decidió suspender sus operaciones alegando -en un comunicado- “la seguridad, vida y salud de las personas son asuntos de suma importancia. Creemos que no existen garantías para desarrollar nuestras labores productivas o para seguir trabajando en los proyectos y obras por el desarrollo en nuestra área de influencia operativa”.
La mina recuerda que durante los últimos días se ha apelado al diálogo y la búsqueda de entendimiento.
“Hemos manifestado nuestra disposición a escuchar, atender inquietudes y contestar consultas. Hemos tendido la mano en busca de acuerdos y nos han respondido con falsos señalamientos”, dice.
Acotó que lo más preocupante aún es que han sido objeto de acciones violentas y recibido veladas amenazas de generar más violencia; mientras se anuncian supuestas “alianzas” entre malos dirigentes para seguir generando alteraciones de la paz social.
“No queremos esperar a que ocurran hechos que pongan en riesgo la integridad física de nadie. Tampoco que se registren incursiones que afecten los bienes de terceros o nuestras instalaciones. Se trata de riesgos que sentimos latentes y que configuran infracciones de orden penal intolerables en un Estado de Derecho, tales como delitos contra la seguridad pública en las modalidades de peligro común, mediante incendio y de entorpecimiento de vías de comunicación y delitos contra la tranquilidad pública, en la modalidad de disturbios”, subrayó.
Comuneros denuncian usurpación de tierras
Otra de las denuncias de los pobladores es acusar de una presunta usurpación de tierras por parte de la minera que niega enfáticamente dicha acusación.
“Es falso hablar de usurpación de terrenos. La carretera que lleva hacia Antamina es una vía pública nacional. Nuestra empresa la construyó hace más de 20 años, la entregó al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) y, actualmente, realiza el mantenimiento rutinario sin generar ningún costo financiero al Estado”, indicó en un comunicado.
“Los terrenos sobre los que se construyó la carretera fueron comprados, entre otros, a la comunidad de Aquia. Todo está registrado legalmente”, añadió.