El turismo en el Perú sigue atrapado en una plataforma digital obsoleta. El SIGMINCETUR, sistema del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, contiene la base de datos oficial de los recursos turísticos del país, pero su interfaz anticuada y la información desactualizada lo han convertido en una herramienta ineficaz. Un recorrido por el portal revela imágenes antiguas, fichas incompletas y una navegación poco intuitiva. En un mundo donde los turistas esperan experiencias digitales inmersivas y contenido actualizado, Perú sigue ofreciendo un sistema deficiente que limita el acceso a su vasta oferta turística.
La categorización y jerarquización de los recursos turísticos es un problema burocrático que puede tomar meses en actualizarse, cuando este proceso debería ser mucho más dinámico. Dicha forma de trabajo parece no haber sufrido cambios en mucho tiempo, a pesar de los avances tecnológicos. La metodología empleada en el registro o actualización de los recursos es engorrosa y poco eficiente, lo que impide que la información refleje la realidad turística del país en tiempo real. La democratización y liberación de la inteligencia artificial han abierto nuevas oportunidades para mejorar la presentación de los recursos turísticos en el Perú. Con el entrenamiento adecuado, los modelos de IA pueden ofrecer chatbots inteligentes que brinden información en tiempo real sobre destinos, rutas y atractivos.
Las plataformas podrían personalizar la experiencia del viajero sugiriendo destinos según sus intereses, combinando rutas de turismo de aventura, gastronómico o cultural. Por último, no queda claro el público objetivo del portal digital, si está orientado a los turistas o para la gestión administrativa de recursos. En ambos la experiencia es fatal.
El turismo digitalizado no es un lujo, es una necesidad. La modernización de SIGMINCETUR permitiría al Perú consolidarse como un destino turístico competitivo en el mercado global. Mientras otros países implementan tecnologías innovadoras para mejorar la experiencia del visitante, Perú está rezagado. La actualización de su infraestructura digital es impostergable.
Si el gobierno no impulsa esta modernización, se seguirá perdiendo competitividad en el sector. La tecnología está disponible, pero falta la decisión política para implementarla de manera efectiva.
Con un enfoque adecuado, el uso de IA podría revolucionar la manera en que se presentan y promocionan los recursos turísticos, ofreciendo experiencias más interactivas, accesibles y personalizadas para los viajeros.