Pasada la Nochebuena, como es ya una costumbre entre miles de familias, lo que corresponde es ir a relajarse en las playas de nuestra capital, y una de las preferidas es Agua Dulce, aquella playa envuelta de color, comida, bebidas, música y bellas féminas. Para buena fortuna, nuestro país se encuentra bendecido por un extensísimo litoral el cual recibe a miles de bañistas que van a refrescarse ante el sofocante calor que a veces se confunde con el chocolate caliente y la nieve artificial en alusión a la navidad.
La playa de Agua Dulce, ubicada en la Costa Verde, en el distrito de Chorrillos, en estas fechas se convierte en un crisol de bañistas que llegan para sumergirse en sus frías aguas, acompañados de sus familiares que aprovechan las vacaciones provenientes de distintas partes del país.
Aunque recién está comenzando la temporada veraniega en nuestro país, ya se puede vislumbrar el ambiente distendido y de chacota en los meses venideros. Familias enteras, con mascota incluida, colocan sus sombrillas y extienden sus toallas en la arena para pasar un rato agradable, llevando para ello comida casera y bebidas. Cabe recodar que el consumo de bebidas alcohólicas y de alimentos se encuentran prohibido en Agua Dulce, sin embargo, se apreció a más de uno con una lata de cerveza en la mano, y en la otra un suculento potaje.
Un hecho bochornoso sucedió el año pasado cuando un grupo de bañistas se metió en la pileta que se encuentra próxima a la playa, olvidándose que esa infraestructura no está condicionada para el ingreso de las personas debido a que en su base esta cubierta de cables los cuales podrían ocasionar una descarga eléctrica. Tampoco se olvida que muchos ciudadanos tienen la mala costumbre de no llevar sus desechos consigo o botarlas en un depósito de basura, dejando la playa repleta de cantidades inusuales de desperdicios orgánicos, vidrios rotos y plástico.
Las playas se encuentran a disposición de todos, y no tendrían que haber restricciones algunas para su acceso, sin embargo, se conmina a todos a cuidarlas y mantenerlas limpias para goce de las generaciones venideras.