Quienes conocen a Fegale (MF), saben que su trabajo literario radica entre el realismo puro y duro y la onda subterránea post ochenta-noventa. Sus libros se disparan en querer reconstruir la historia del rock subterráneo: “Lima Maldita, los rockeros del apocalipsis peruano” y la vida de la gente de a pie o los “emergentes” y su lucha desigual por querer escalar mejores condiciones sociales y económicas como “El amor no es un negocio”, novela cuyos logros formales coinciden con el afiatamiento de su voz, muy personal, periférica (nunca centro de nada), cruda y aguardientosa, que pareciera no interesarle para nada la academia o la formalidad. Al fin y al cabo, el canon verdadero lo construyen los lectores, la masa alfabeta que al leer libros se ve reflejada ahí.
Fegale ha devenido, entonces, en un escritor de la urbe, citadino y acompañado con perros manchados de violeta genciana, algo que ya se vislumbraba en sus primeros textos: “Los románticos mueren primero” y “Los corazones anestesiados”. Y también, cómo no, en poesía porque nuestro autor, como buen obrero de la palabra, también le entra al verso: “Gaviotas suicidas”. Componiendo y escribiendo letras para su banda de rock Los Eyacvladores (escuchar “Ella era una pistola”) y organizando conciertos como uno de los dirigentes del colectivo Rock Liberado cuyo fundador fue el recientemente desaparecido César N.
A propósito del N., Fegale ha sido, por decir, el único escritor que le dedicó un capítulo completo de su libro “Lima Maldita”: El Rockmandante N donde en diez páginas nos cuenta los avatares de este emblemático rockabilly, tanto en su vida diaria, sus actividades en los escenarios o su chamba en el alquiler de equipos: “…de-tamaño-imponente-casi-llega-a-los-2-metros,-tranquilamente-pudo-ser-deportista,-modelo-o-militar-pero-no.-Tomó-el-camino-más-jodido-en-este-miserable-país-como-el-arte-como-vida,-andando-con-su-gorra-negra-mismo-pescador,-su cadena-pegada-a-su-jean-negro-que-más-parece-mecánico”. Pero no contento con esto, MF ha sido asesor del grupo Poetálica, cofundador de la editorial Certidumbre Luminosa y director de Radio Anestesiada que se transmite por internet. A estas alturas, el lector se estará preguntando por qué aparece tanto la palabra “anestesia” y sus derivados en el trabajo de este autor y es que Fegale ha sido radiólogo encargado de tomar placas de rayos equis en un conocido hospital. Actividad que considero, le ha hecho ver más allá de la epidermis y las formas y agarrar carne/hueso/médula de la realidad.
Lean sus libros y verán lo que otros no ven o no quieren ver.
(Columna publicada en Diario UNO)