Política
MIDIS: Leslie Urteaga asegura que padres de familia administrarán el nuevo ‘Programa de Alimentación Escolar’
Tras el fracaso de ‘Qali Warma’ y ‘Wasi Mikuna’, la titular del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social anunció un nuevo programa alimentario, cuya responsabilidad recaerá en los padres de familia, concesionarios y asociaciones de las propias comunidades educativas.
La ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Leslie Urteaga Peña, intenta sostener un discurso optimista frente a la evidente crisis de los programas alimentarios en el país. Con un historial de recurrentes fallos en la implementación de iniciativas como ‘Qali Warma’ y ‘Wasi Mikuna’, hoy se presenta una nueva propuesta que, lejos de despejar dudas, las multiplica: permitir que los padres de familia administren directamente los alimentos destinados a los escolares.
La medida, presentada como una “novedad”, busca descentralizar la gestión del Programa de Alimentación Escolar. Urteaga Peña asegura que serán las propias comunidades educativas —padres, concesionarios o asociaciones— quienes asumirán la responsabilidad. Una corresponsabilidad que, en teoría, promovería el control social. Sin embargo, cabe preguntarse: ¿no es esta una forma de trasladar la ineficiencia del Estado a ciudadanos sin experiencia ni recursos logísticos?
La ministra afirmó que esta vez habrá una fiscalización intersectorial y que su cartera trabajará junto a los ministerios de Desarrollo Agrario, Producción, Educación y Salud, además del Colegio de Nutricionistas, las Apafas y otros actores de la comunidad educativa. Sin embargo, después del fracaso de los programas anteriores, ¿es suficiente mencionar alianzas sin detallar mecanismos efectivos de control?
Respecto al contenido de los alimentos, se anunció que estos incluirán productos originarios de cada región, si hay disponibilidad. También se resaltó la participación de productores locales, aunque no se especificaron criterios de calidad, ni cómo se evitarán intermediaciones que inflan costos o reducen estándares nutricionales.
Leslie Urteaga indicó que el presupuesto actual supera los S/2 mil millones y que se ha planteado un aumento del 30 % para el 2026. La cifra impresiona, pero sin una rendición de cuentas clara, el dinero podría seguir evaporándose entre burocracia e irregularidades.
En paralelo, la ministra presentó el ‘Programa Nacional de Alimentación y Bienestar Comunitario’, que apunta a mejorar las condiciones de ollas comunes, comedores populares y el Programa del Vaso de Leche. En colaboración con Sedapal, se promete acceso a agua potable para zonas periféricas. Otro anuncio que suena bien, pero que choca con la escasa capacidad de ejecución mostrada en los últimos años.
Mientras tanto, aún no hay responsables sancionados por los errores del pasado y por los presuntos delitos cometidos en los anteriores y fallidos programas alimentarios, como ‘Qali Warma’ y ‘Wasi Mikuna’. Y ahora, la apuesta es que los padres llenen ese vacío de gestión estatal. ¿Es eso realmente una solución, o apenas una forma de esquivar la rendición de cuentas?