Alonso Salas Chanduvi, Raúl Lee Sánchez Torres y Eduardo Jimenez Soriano.
MENSAJE ANÓNIMO
Quiero que conozcan un poco más de ellos, de lo que hacían, la impresión que generaron en mí y un poco lo que pasó en el momento del llamado a la emergencia. Déjenme escribir por favor que con mucho dolor lo hago, no quiero que sepan quién soy, quiero que sepan quienes eran ellos.
No es mucho tiempo que los conozco, apenas un par de años pero ellos siempre estaban presentes en la compañía al igual que yo.
El Sub Teniente Alonso Salas, era un joven instructor, excelente bombero, uno de los mejores de La Roma, siempre tratando de aprender más y compartir lo aprendido, su carácter y energía siempre contagiaba, gracias a él pude aprender mucho y siempre estaba dispuesto a seguir enseñando.
Miembro del grupo USAR e instructor muy activo incluso estábamos muy incrédulos cuando recién nos enteramos de la noticia ayer por la noche.
El Seccionario Raúl Lee Sánchez deja una hija muy pequeña, eso me está partiendo el alma cada minuto, tal vez no todos saben lo mucho que le costó ser bombero, siempre solía aconsejarte y hacerte ver que debes ser un buen bombero y no seguir el mal ejemplo, no dudaba en hacer prácticas codo a codo con postulantes, alumnos y efectivos, buen amigo mío, joven emprendedor, aún no creo todo esto.
El Seccionario Eduardo Jiménez Soriano, empezó como efectivo de otra compañía y llegó a La Roma como 10.49 pero se encariñó tanto con nosotros que pidió su traslado, Romano desde hace no mucho siempre me decía «hijo, ya vas a salir conmigo y te haré trabajar como loco» era un loco, un buen loco, de aquellos que te hace querer más tu vocación, siempre contándonos su anécdotas, incluso en la guardia antes de dormir. Nunca poder salir a una emergencia con él, como él tanto lo quería…
Estuve en el preciso momento que sonó la selectiva y fui testigo del destino, estaba conversando con el 4.11 en sala de Radios, de pronto bajó el Sub Teniente Salas que ya se había cambiado para retirarse, incluso alguien dijo en tono de broma «qué, no te ibas” a lo que él respondió «por una candelita puedo cambiar mis planes».
El siguiente en entrar a la escena fue el seccionario Jiménez, llegó corriendo desde la cocina aún masticando lo que comía y a toda prisa, momentos antes compartíamos un poco de gaseosa que quedaba en la botella y es que él siempre compartía lo que había, así fuera poco, con la emoción y locura que lo caracterizaba agarró su equipo y subió a la unidad.
Ya casi a punto de salir llegó el Seccionario Raúl Lee, y ante el llamado de emergencia no dudó en cambiarse como un rayo para salir a la emergencia.
Deben saber que ambas unidades (agua y ambulancia) estaban destinadas para un servicio especial que fue cancelado a votación de todos ellos para ir al llamado de emergencia.
Es mucho el dolor que siento ante esta perdida, hagan saber quiénes eran ellos y nunca quien se los contó.
Por la gloria daré la vida, por el honor la vida y la gloria.