En las siguientes líneas no me referiré al río que está ubicado en la provincia de Chincha y que lleva por nombre el título del presente artículo.
Me referiré más bien a la obra genial que ha publicado el escritor Rodolfo Ybarra, un escritor iconoclasta, irreverente, frontal, vitriólico, visceral, corrosivo, mordaz, en fin, un escritor que necesita nuestra realidad.
Su novela MATAGENTE es una muestra diáfana de su talento y de su capacidad en el oficio de la escritura. Debo confesar que su libro me hizo pensar sobre quienes fácilmente se hacen llamar escritores y escriben sólo badomías.
Pero además en el libro se hace un despliegue impresionante de diversos conocimientos. El manejo del lenguaje es absolutamente brillante, coruscante.
El escritor Daniel Alarcón, dice en su comentario: “Matagente es una novela audaz y desconcertante. Con gran despliegue técnico, Ybarra logra un retrato aterrador del homicida como artista, o como filósofo, construyendo con su narrador un escenario donde todo acto violento cobra sentido”.
Otro escritor peruano radicado en Francia y que acaba de publicar su reciente producción literaria titulada “Adormecer a los felices”, Diego Trelles Paz dice: “Visceral, desmesurada, profundamente misántropa, Matagente es una de las pocas novelas peruanas que se ha atrevido a clavar las garras en el género gore. Y lo hace con las mejores armas; el lector que se atreva podrá percibir que, bajo el caos y el desorden, late algo importante”.
El libro también contiene comentarios de los escritores Arturo Delgado Galimberti y Rafael Inocente. Ambos junto a Ybarra tienen un libro de autoría compartida que titula, “Discursos contra la Bestia tricéfala”, libro incendiario y escrito sin ambages
Se nota que Ybarra ha escrito MATAGENTE a sangre (casi literalmente) y fuego (metafóricamente) por la inspiración.
Se tiene que reconocer que Ybarra es dueño de una pluma envidiable, soberbia intelectualmente y en lo humano es un tipo cordial y generoso.