Literalmente un cementerio de patrulleros inteligentes que en su momento fueron anunciados con bombos y platillos por el Ministerio del interior se encuentran completamente abandonados.
Ayer se informó de los patrulleros descuidados en una comisaría en San Juan de Lurigancho, y lo mismo en la comisaría Flor de Amancaes, ubicada en el distrito del Rímac, ahora el equipo de ATV noticias dio con un enorme terreno que funge de depósito de lo que fueron en su momento vehículos de la policía.
Destartalados, empolvados, oxidados, con partes extraviadas o removidas, así se encuentran cerca de 50 automóviles dejados en un terreno que ni siquiera pertenece a la policía. El propio comité del sector 10 de la tablada de Lurín, propietaria del predio, exige el retiro inmediato de los patrulleros que se encuentran más de 5 años. El comité aclara que ese terreno se le presto a la Comandancia Sur de Villa María del Triunfo, pero a la fecha ninguna autoridad se ha acercado a retirar esos vehículos.
“Por favor, devuélvannos nuestro terrero. Por la culpa de esos señores no podemos refaccionar nada… El comandante que está a cargo siempre nos ha dicho que nos dé un plazo de 3, 4 meses para su retiro, pero hasta la fecha no ocurre nada”, comentó un representante de la directiva.
El mismo representante de la directiva añadió que ese local se venía usando para realizar actividades como dar alimento a la comunidad, u organizar festividades, pero que desde que la policía tomó ese terreno ya no se pueden seguir realizando.
Increíblemente, cuando la reportera quiso realizar una inspección ocular junto a su camarógrafo, un efectivo policial que resguardaba el terreno se acercó a ellos y los retiró del lugar, siendo este lugar propiedad del comité.
Esa es la realidad de los patrulleros policiales que deberían estar recorriendo las calles de la capital, combatiendo la delincuencia, pero que ni las propias autoridades toman cartas en el asunto o se hacen los desentendidos.
