Sobre la pandemia del coronavirus (Covid-19), también conocida como «La peste china», se tejen una serie de hipótesis. Varias apuntan a que este virus tan agresivo habría sido creado en un laboratorio con la finalidad de hacer «terrorismo biológico» o que sería una oscura estrategia para eliminar ancianos y «liberar» a los países de tener que asumir esa carga social. Todo eso, hasta el momento, son conjeturas que no han sido probadas.
Pero lo que sí es evidente es que el coronavirus, como ninguna epidemia anterior en la historia humana, está causando estragos y efectos no solo sanitarios sino también económicos y sociales.
Lo cierto es que hay muchas entidades que sospechan del gobierno comunista de China. Al respecto, en abril pasado el fiscal general de Missouri demandó al gobierno chino por el coronavirus, alegando que las autoridades de ese país tienen la culpa de la pandemia. Según informó la agencia internacional Associated Press, la demanda, presentada en el Tribunal Federal de Distrito para el este de Missouri, alega que las autoridades chinas son “responsables de la enorme muerte, sufrimiento y pérdidas económicas que causaron en el mundo, incluidos los habitantes de Missouri”.
“El gobierno chino mintió al mundo sobre el peligro y la naturaleza contagiosa de Covid-19, silenció a los denunciantes e hizo poco para detener la propagación de la enfermedad”, dijo la oficina del fiscal general republicano Eric Schmitt en una declaración escrita, señalando que están buscando evaluar los daños por muertes y el impacto del virus en la economía. “Deben hacerse responsables de sus acciones”, dijo a AP.
Además, ha trascendido que también el fiscal Mississippi ha presentado demanda contra Beijing por ocultar el virus, y por su parte varios estudios de abogados norteamericanos han presentado demandas colectivas contra China.
Pero eso no es todo. El viernes último se supo que el senador republicano Doug Collins ha presentado una medida que daría al presidente Donald Trump los argumentos legales para imponer sanciones a China, si es que el gobierno comunista se negase a cooperar en una investigación sobre los orígenes de la pandemia de Covid-19.
“El encubrimiento del brote de coronavirus por el régimen comunista chino ha cobrado cientos de miles de vidas en todo el mundo y ha causado un daño inconmensurable a la economía mundial, por lo que se les debe pedir cuentas”, dijo Collins en una declaración de su oficina el 13 de mayo divulgada por el prestigioso portal Noticias de Israel.
Este medio comentó que la propuesta de Collins, llamada “Ley de Responsabilidad Covid-19”, es una medida adicional a la presentada por el senador republicano Lindsay Graham el 12 de mayo. El proyecto de ley de la Cámara de Representantes fue redactado conjuntamente por al menos 23 legisladores, incluidos los representantes Liz Cheney (R- Wyoming), Rodney Davis (R-Illinois) Y Mark Walker (R-Carolina del Norte).
La situación se pone difícil para china. Sobre todo, cuando EE.UU. ha manifestado abiertamente que a finales de diciembre (cuando el brote ya se estaba extendiendo), las autoridades chinas “silenciaron a ocho médicos que acudieron a las redes sociales chinas para advertir a la población sobre una nueva forma de neumonía que se estaba extendiendo en Wuhan”.
Este es un nuevo capítulo dentro de la historia de la pandemia: las posibles sanciones contra quienes resulten responsables de esta plaga. Al respecto, en un reciente artículo titulado «El coronavirus es un delito de lesa humanidad», publicado en el diario La Primera, Vladimir Paz de la Barra, señala que «La existencia del Covid 19 no es casual. Detrás de esta creación viral hay grandes intereses económicos y políticos que se encuentran en pugna desde hace años. «En algún momento se descubrirá. Mientras que una serie de bancos, bolsas, grupos económicos y la economía de muchos países se están derrumbando, otros van a comenzar a fortalecer sus economías, eso dependerá de su grado de industrialización, educación y disciplina social. Al final de esto, vamos a observar el surgimiento de una nueva potencia que reinará en la economía mundial. Llámese guerra epidemiológica o no, lo cierto es que el Covid-19, con el apoyo consciente o inconsciente de los medios de comunicación y redes sociales, ha generado un pánico mundial jamás visto”.