Manuel Angelo Prado acaba de publicar su poemario ESTACIÓN, bajo el sello lustra editores. La fuerza en la prosa y la síntesis, son los elementos que sobresalen en la estructura de sus poemas. Luego de ingresar a la facultad de derecho de la universidad católica, se dio cuenta que por dentro afloraban palabras convirtiéndose desesperadamente en versos, versos que le gritaban entre el día y la noche ¡vamos a la facu de literatura! Con 24 años se lanza en esta aventura literaria. Estación es un viaje a la nostalgia, 40 páginas que recorren la memoria de las experiencias en los viajes al Perú profundo, con versos que aprietan el tiempo hasta detenerlo.
EPÍLOGO
YO VOY camino a mi muerte… delirante… infantil. Avanzo por las calles con mis cabellos crecidos hacia arriba. Cuando entro en las calles, me río…
Me río de los peatones peleándose por un pedazo de reja blanca al pie de un poste vestido de payaso.
Yo voy camino a mi muerte, al lado de los moribundos animales humeando su sangre, despacio, sin los cuchillos redondos en mis orejas.
Los alcaldes edifican «bellos Andes» en la ciudad
Yo solo veo casas de reposo, con sus terrazas coloridas como el desierto
Yo voy camino a mi muerte, muriéndome de risa
Los hombres son felices cuando compran
su best-seller
La poesía viaja con los obreros, hacen carreritas y se llenan de smoke
Yo voy camino a mi muerte, asustando a las viejas, les lanzo piedras. Sus caderas tambalean. Imagino cómo habrán sido de jóvenes. Me llego a excitar.
Yo voy camino a mi muerte buscando silencio
Yo voy camino a mi muerte, esperando el amanecer para escribir un poema. Un poema que hable de mí.
Un poema para ser engullido por un cuervo.
Un cuervo que pueda escupir un pedazo de papel
Un papel que diga: «Yo voy camino a mi muerte… delirante… sonriente… infantil. Avanzo por las calles con mi abruptos cabellos crecidos…»,