Llamada de advertencia y luego expulsión directa. El actual presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), Agustín Lozano, será investigado por el delito de enriquecimiento ilícito durante su periodo como alcalde de la Municipalidad Distrital de Chongoyape, provincia de Chiclayo. Esto fue oficializado por el Ministerio Público a través de redes sociales.
“Lozano es investigado por el Ministerio Público por presuntamente haber incrementado su patrimonio de manera sospechosa e injustificada durante el tiempo que ejerció la alcaldía de Chongoyape, actos que habría intentado encubrir utilizando a sus familiares y círculo amical”, se puede leer en el post de la entidad pública.
El hecho delictivo según la imputación de la Fiscalía habría ocurrido entre los años 2011-2014 y 2015-2018. El desbalance patrimonial de Lozano bordearía los 3 millones de soles, conforme a la “conclusión arribada en el Informe Pericial Contable Financiero”, el cual fue realizado en agosto del 2022.
Mientras se oficializaba la investigación en contra de Agustín Lozano, el presidente de la FPF se encontraba de viaje en Estados Unidos. Salió del país con el objetivo de acompañar a la selección peruana en sus dos amistosos por fecha FIFA.
Presidentes de la FPF en serios problemas con la justicia
No es la primera vez que un mandatario de la federación es involucrado en un caso de corrupción. El caso más reciente fue el de Edwin Oviedo, quien estuvo antes de la designación de Agustín Lozano.
El expresidente de Juan Aurich fue privado de su libertad por el caso de “Los cuellos blancos del puerto”. Fue investigado por el presunto delito de tráfico de influencias, a raíz de las pruebas que afirmaban que le daba dinero al juez supremo César Hinostroza para que interceda por él en un caso de lavados de activos.
Agustín Lozano podría correr con la misma suerte de Edwin Oviedo, quien fue separado de la FPF, recluido en un penal en su momento y posteriormente cumplió detención domiciliaria. En la actualidad su proceso legal sigue en curso y él se encuentra libre, eso sí no puede tener comunicación con autoridades de la federación.
Antes de él, cómo no recordar a Manuel Burga, también ex presidente de la FPF, al cual la justicia internacional lo acusa por los presuntos sobornos pagados a dirigentes deportivos para entregar los derechos de televisión a determinadas empresas, en el sonado caso ‘Fifagate’.