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Manifestantes en rechazo a Castillo realizan marcha “pacífica” en inmediaciones del Centro de Lima
Intentaron llegar a Palacio sin importar que los negocios aledaños estaban aprovechando el Día del Niño.
Dicen marchar por la democracia, pero a su paso no les interesa que alicaídos negocios tengan que cerrar sus locales a causa de su desenfreno. Y peor aún en una fecha donde preveían percibir ingresos debido a que ayer se celebraba el Día del Niño.
Y es que cada vez que salen a marchar, restaurantes, locales de electrodomésticos, farmacias y hasta centros de vacunación, tienen que suspender sus labores por culpa de “patriotas” que enarbolan la bandera nacional, sin darse cuenta del perjuicio que le ocasionan a los demás compatriotas que trabajan día a día para recuperarse de la cuarentena.
Anoche no fue la excepción ya que los manifestantes esta vez se desplazaron por distintos puntos del Centro de Lima; unos con dirección a la DIRCOTE, y otros tenían como punto de concentración la Plaza San Martín, para luego dirigirse a Palacio de Gobierno. En su intento de aproximarse a la casa de Pizarro, los revoltosos intentaron retirar las rejas de contención que la Policía Nacional del Perú (PNP) había colocado precisamente para contener a la muchedumbre, quienes no le importaron que decenas de padres de familia habían salido a celebrar el Día del Niño con sus menores hijos.
Fue necesario el uso de gases lacrimógenos por parte de los efectivos de la PNP para dispersar a las masas, quienes no se cansaban de gritar “fuera el comunismo”. Los más perjudicados de todos estos incidentes fueron los niños que se encontraban dentro de los locales de comida, quedándose algunos encerrados por largas horas, en tanto otros optaron por abandonar los negocios.
“No dejan trabajar. Tengo que cerrar la tienda, ya un niño se ha desmayado adentro” declaró una indignada dueña de un local a los medios de prensa.
Tal parece que estas marchas no dejarán de realizarse, implicando con ello que cientos de locales comerciales tengan nuevamente que cerrar; algunos ya debido a la incertidumbre y las incesantes protestas se han visto forzados a cerrar definitivamente.