Al cantico del “Dina asesina, el pueblo te repudia”, una considerable multitud de ciudadanos aymaras, provenientes del sur del Perú, marcharon de manera pacífica por las principales avenidas de Lince, Miraflores y San Isidro, exigiendo la renuncia inmediata de la presidenta Dina Boluarte.
Ante el estupor de algunos vecinos sanisidrinos, y de algunos comerciantes que no demoraron en cerrar sus negocios, los manifestantes se desplazaron esta mañana de manera ordenada, haciendo sentir su inconformidad tanto a la comunidad limeña que muchas veces ha vivido de espaldas a todo el resto del país, y sobre todo a las autoridades que durante muchos años han velado para intereses subalternos.
El propósito de los hermanos aymaras es dirigirse hasta el Centro de Lima para unirse con otros grupos de manifestantes, en lo que sería ya el quinto día de marchas en contra del gobierno de Boluarte; entre sus demandas se destaca el asesinato de más de 50 ciudadanos a causa de las protestas, muchos de ellos con impactos de bala. Asimismo, exigen un adelanto de elecciones para este año, y no como lo viene preparando el Congreso de la República, colocando como fecha recién para el próximo año.
Sin embargo, este tipo de movilizaciones no son del agrado de toda la ciudadanía, observándose en las redes sociales comentarios poco tolerantes, ajenos a la realidad, y sobre todo con tintes racistas que no hacen más que enardecer a los originarios del sur peruano.
Dichos comentarios irreproducibles solo muestran lo polarizada que se encuentra la población, muchas veces sugestionada por información a medias de seudo periodistas. Definitivamente, una solución para salir de este gran problema el país no es crear más distanciamientos.