Lo tumbaron. Lo veíamos patrullando por jirones y avenidas como si se tratara de un suboficial más de la Policía; relegado, menospreciado, dejado de lado a pesar de su rango dentro de la institución. El coronel PNP Harvey Colchado desde que se atrevió a estar detrás de los pasos de la presidenta Dina Boluarte ha oído pasos que le siguen de manera subrepticia, sujetos que lo visitaban de madrugada por su domicilio, llamadas anónimas advirtiéndole que no persista en investigar a la “madre de todos los peruanos”.
Luego de varias especulaciones en torno a su situación finalmente se oficializó su pase al retiro. Al respecto su defensa legal denunció presuntas represalias del gobierno de Boluarte por precisamente “meter sus narices” donde no debía.
“Es una venganza, una represalia y la concreción de un plan estructurado”, dijo el abogado de Colchado, Miguel Pérez Arroyo. Este no descartó que se vayan a promover acciones legales para que su cliente se reincorpore a la PNP, pero “las resoluciones judiciales no van a salir pronto, en el mejor de los casos podría admitirse la demanda” (antes del 1 de enero).
Pérez Arroyo aseguró que la polémica medida se vio motivada por la participación de Harvey Colchado en el allanamiento de la casa de Dina Boluarte. Como se recuerda, las autoridades tuvieron que derribar la puerta de la vivienda al ser impedidos de ingresar. Entre los miembros que participaron del acto se encontraba el coronel que esta mañana ha sido pasado al retiro.
“De brazos cruzados no nos vamos a quedar”, aseguró la defensa en conversación con RPP, pero por cuidar la estrategia a utilizar ha preferido no detallar los pasos que pondrá en marcha inmediatamente. Al cierre de esta nota, no se ha registrado un pronunciamiento oficial del propio Harvey Colchado.