El dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, no solo ha lanzado su furia contra la red social X, de propiedad de Elon Musk; sino que ahora acusa a los dueños de la red social TikTok de promover una guerra civil en el país.
Como es habitual, durante una reunión con altos funcionarios de su gobierno, Maduro afirmó que la plataforma incita la violencia y el caos en Venezuela, especialmente tras las recientes elecciones presidenciales en ese país, que han sido catalogadas por la comunidad internacional como fraudulentas.
Nicolás Maduro señaló a TikTok como responsable de la difusión de videos que, según él, incitan a la violencia y acusó a sus directivos de apoyar al fascismo en América Latina y en el mundo, calificando a la plataforma como “inmoral”. Asimismo, criticó la decisión de TikTok de suspender su capacidad de hacer transmisiones en directo. Según el dictador, esta medida fue tomada después de que la plataforma mostrara una exposición del fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, sobre la violencia desatada durante las protestas postelectorales. En tanto, el gobierno venezolano señala la suspensión como un intento de silenciar las voces oficiales y controlar la narrativa de los eventos.
«TikTok me sacó del aire y me suspendió la oportunidad de transmitir hasta el 19 de agosto, es decir, por una semana. Miren lo inmoral que es TikTok. Acuso a sus directivos y dueños de querer la guerra civil en Venezuela, de apoyar el fascismo en América Latina y en el mundo. Ellos son los responsables de la llegada de Milei y de los fascistas. TikTok tiene una alianza con el fascismo en Venezuela y en América Latina», aseveró.
Como se recuerda, no es la primera vez que Maduro enfila sus insultos contra una red social; hace solo unos días también acusó a X (exTwitter) de violar varias leyes de Venezuela, por lo que la suspendió en todo su país por 10 días.
Mientras tanto, la principal coalición opositora, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), rechazó las acusaciones de Maduro, y las calificó como un intento de desviar la atención de los problemas reales del país. Según la oposición, las protestas y la violencia son el resultado de la frustración y el descontento de la población ante un proceso electoral que consideran fraudulento.