Desde la ciudad imperial vienen denunciando la presunta corrupción en el Ministerio de Cultura durante la gestión de la ministra Leslie Urteaga. La Asociación de Turismo y Negocios Machupicchu, ha solicitado a la presidente Dina Boluarte la destitución inmediata de la ministra. Además, cuatro sindicatos de la DDC de Cusco, han requerido mediante el oficio N° 013-2023, la urgente restructuración y reorganización del MINCUL.
También desde la tierra de los incas se solicita al Ministerio Público “una investigación exhaustiva y objetiva sobre el procedimiento de distorsión encubierta y camuflada de la orden de servicio de procedimiento de contratación directa para favorecer a la empresa Joinnus”.
La privatización de los boletos que beneficia directamente a Credicorp, se realizó ignorando al pueblo cusqueño. Es decir, desde la sede central del MINCUL, la ministra Leslie Urteaga quiso agarrar de “cholitos” a los cusqueños. Pero tras falsas promesas y reuniones, el pueblo se ha despertado luego de ser testigos de la grosera imposición unilateral.
Son casi 12 millones de soles por año los que la ministra de Cultura metería a los bolsillos de la empresa Joinnus. Por ello, la fiscalía debe actuar con celeridad, porque aquí se habría incurrido en un ilícito penal de concusión y peculado.
Desde el Congreso se ha cuestionado la privatización de la venta de los boletos a Machu Picchu, ya que no cuenta con argumento o justificación técnica. Además, la DDC de Cusco gestiona una plataforma profesional que durante los últimos cinco años ha mostrado un buen funcionamiento.
Hoy el pueblo cusqueño se levanta, y comenzará una revolución en las calles. “Joinnus no va” es la consigna de las protestas. Los operadores de turismo, agencias de turismo y los trabajadores de los cuatro sindicatos del Ministerio de Cultura de Cusco, saldrán a las calles acompañados del pueblo cusqueño, y con el apoyo de los buses turísticos cerrarán el acceso a los centros arqueológicos. La concentración principal será en la Plaza de Armas.
La ministra de Cultura fue advertida sobre la radicalización de las protestas el 12 de diciembre pasado. En esa reunión los sindicatos cusqueños le dijeron claramente que se iba a radicalizar la protesta, a lo que la ministra respondió como mejor sabe hacerlo: “No me amenacen”.
El presidente del Congreso, Alejandro Soto y los parlamentarios cusqueños vienen respaldando a su pueblo. Mientras tanto, Leslie Urteaga en unos días será reemplazada en el MINCUL. Esperemos que no se vaya del país.
(Columna publicada en Diario UNO)