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Luis Lama: “Los artistas jóvenes creen que hay que prostituirse para lograr entrar al mercado”

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Luis Lama Mansur es uno de los críticos de arte más reconocidos en el país, su criticas despiertan pasiones y generan polémicas. Su columna titulada Ojos bonitos, cuadros feos se convirtió en una obra literaria escrita por el premio Nobel Mario Vargas LLosa.

Lama nos recibió en su casa de Miraflores con unos pantalones cortos, y con una gran sonrisa llena de energía nos invitó a sentarnos. Mientras alisté la grabadora, en la pared del fondo de su casa llamó mi atención una pintura de gran formato de David Herskovitz.

En esta entrevista el crítico de arte nos habla de todo y de todos, con la sinceridad que lo caracteriza. Aquí la entrevista en exclusiva con Lima Gris.

¿Qué tan difícil ha sido para ti hacer crítica de arte en el Perú durante todos estos años?

En realidad, no ha sido difícil para nada. Quizá porque nunca me importó el rechazo y nunca viví de la crítica, y no tenía el temor de que me botaran o censuraran de un medio. Tuve la ventaja de trabajar en Caretas, que es una revista que me da toda la libertad del mundo para decir lo que quiera. A mí me han ofrecido trabajo en otros medios, y no he aceptado, porque no voy a tener la libertad de decir mi punto de vista. Por ejemplo, en el diario El Comercio tú no puedes decir lo que quieras. Entonces, para estar censurado por algo que necesito hacer por satisfacción personal, mantengo la libertad y el respeto que tengo en Caretas. En estos tiempos me está resultando más decepcionante hacer crítica, porque el mundo del arte a partir de esta segunda década del siglo veintiuno se está volviendo más frívolo, donde los artistas jóvenes creen que hay que prostituirse para lograr entrar al mercado, y donde cada vez más veo basuras que se consagran; porque muchas personas que tienen plata compran a un curador para que le haga una curaduría y le escriba un texto. Así se crea toda una farsa en el medio; eso me desquicia.

Siendo sincero ¿Se pierde amigos?

Yo no creo que haya perdido amigos, porque tengo las cosas muy separadas. Una cosa es la amistad, y otra es la relación laboral como crítico y artista. Eso lo aprendí en los años setenta, cuando estaba viviendo en República Dominicana durante la dictadura militar, yo escribía para un periódico y tenía un montón de personas a las que yo quería y consideraba mis amigos. Otro periódico más importante con proyección internacional me convocó, y renuncié donde trabajaba, luego pasé un mes sin hacer nada, y me di cuenta que todas esas personas que consideraba mis amigos, no eran amigos míos, sino amigos del espacio que yo tenía en el periódico. Esa experiencia de juventud me sirvió para separar la paja del trigo.

Tu presencia en el Perú ha tenido aportes interesantes, recuerdo mucho la Bienal de arte que se hizo en Lima en la gestión del exalcalde Alberto Andrade. Eso quedó como ejemplo de lo que tendría que hacer una municipalidad en el tema de arte y cultura. Lamentablemente eso ya no sucede.

Mira, yo trabajaba con Andrade en Miraflores y lo mandaron a Lima. Andrade no me convocó cuando se fue para Lima, sino, recién cuando Andrade firmó un convenio con la UNESCO, ya que la UNESCO dijo que la mejor forma para reactivar el Centro histórico era con una oferta cultural intensa para que la gente volviera al centro. Entonces, ahí recién Andrade me llamó, y sabía que yo no acepto censuras, y tampoco acepto manipulación ni nada. Yo trabajo de manera independiente, quizá por eso no me llamó, pero a raíz de lo de UNESCO Andrade sí me convocó. Tuve la suerte de contar con un alcalde excepcional y que me dio todo el apoyo. Él no sabía de arte, pero sí sabía lo que el arte estaba haciendo por Lima. No solamente era brindar arte contemporáneo, fui muy cuidadoso en eso. Nosotros alcanzamos hasta un millón de visitantes por bienal. La estrategia fue rescatar las casonas antiguas donde la gente no tenía acceso; y diversificar la Bienal en todo el Centro histórico para que la gente se pudiera desplazar por toda la ciudad y así pudiera encontrarse con su espacio. La verdad la Bienal fue un éxito, y no le costó a la municipalidad de Lima un solo centavo, porque todo lo financiaba la empresa de telefonía Bellsouth, que ya no existe. El presupuesto de la Bienal era un millón de dólares, y la empresa lo conseguía en donación por relaciones públicas. El mayor gasto que se tenía que desembolsar era la publicidad en El Comercio, que era el único que ganaba plata ahí.

Entonces ¿El Comercio no se puso la camiseta por la Bienal de arte?

El Comercio no se pone la camiseta ni por su madre. Bellsouth era cliente de El Comercio, pero no le daba avisos gratis. El Comercio en materia de arte solo ha apoyado a LIF Week, la feria de la semana de la moda, y a la feria Art Lima, que es un negocio de El Comercio; y no lo apoya porque es gratuito, sino porque tiene intereses definidos; ahí es el accionista mayoritario. El Comercio es una empresa, es un comercio, es un medio al que yo no creo, y por eso tomo entre pinzas lo que publica. En ese diario todo aparenta ser verdad, pero no necesariamente es verdad lo que publica El Comercio, sino, que está sujeto a sus intereses personales. Y la parte cultural es una vergüenza.

Con la salida de Martha Meier Miró Quesada, mucha gente pensó que su suplemento cultural iba a mejorar ¿Para ti existe alguna mejora?

En la parte cultural no, El Dominical por ejemplo solo está dedicado a la parte literaria. El Comercio que tanto publica y quiere imitar a El País, nunca podrá lograrlo, teniendo el ejemplo de Babelia que es el suplemento cultural, por qué no se lo copia, porque sencillamente eso no vende.

Foto: Luis Felipe Alpaca.

¿El arte en el periodismo no vende?

El arte en un medio de comunicación no creo que venda. El arte lo que te da es prestigio y te ayuda a crear una imagen. El arte en si, no creo que aumente las ventas en un medio de comunicación. Mira La República que es un excelente periódico, ese medio no tiene una sección cultural.

La República sí lo tiene, y su editor de Cultura es Pedro Escribano

Pero se preocupa en publicar sobre literatura, sobre cine, y hay un excelente crítico de cine que es Federico de Cárdenas, y tiene pocas notitas sueltas sobre cultura, pero una sección cultural firme no la tiene. Hay más notas sobre farándula que sobre cultura en general.

Mencionabas que no has sido censurado en los medios, pero sí has sido censurado por la Municipalidad de Miraflores. Curiosamente hay gente que cree que los alcaldes tienen un conocimiento amplio y tolerante sobre el arte.

Para nada, los alcaldes ocupan ese puesto no por ser cultos, sino por ser políticos. Yo le tengo un gran aprecio a Jorge Muñoz, pero desde que comencé con la galería Miró Quesada siempre he tenido problemas de censura. En la primera mitad de los ochenta he tenido problemas de censura cuando hacía muestras de izquierda. Cuando estaba Luis Bedoya de alcalde en Miraflores, en la segunda mitad de los ochenta yo organicé el concurso Qué hacer con el tren eléctrico, cuando Jorge del Castillo era alcalde de Lima; y había cosas muy interesantes porque estaba la plataforma del tren, pero estaba toda paralizada, e hice un concurso para que los arquitectos hicieran propuestas y los artistas diseñaran cosas para ver qué hacer y en qué convertir esa plataforma; entonces, Jorge del Castillo llamó a Bedoya para que suspendiera el concurso,; Jorge del Castillo fue el que censuró ese concurso. Es decir, no hay libertad en la municipalidad, y en el caso de la última censura que tuve, en realidad el alcalde se vio presionado por un grupo de vecinos. En Miraflores predomina un gran grupo de personas que son muy dogmáticas en materia religiosa, y yo en esta década he tenido un montón de problemas con esas personas. No fue a raíz del escándalo de Cristina Planas, sino ya venía teniendo problemas con ellos. También había una página de Facebook que continuamente me atacaba.

¿También has sido víctima de los trolls?

Sí. En lo personal los ataques no me importan, todo el mundo tiene derecho a decir lo que quiera, pero al alcalde sí le importaba. El alcalde es político y tiene que perder, ya que de ellos depende que sea reelecto o no. Al final me botaron por la muestra de Cristina Planas que había sido curada por el director de Estudios Teológicos de la Amazonía, que era un sacerdote. La protesta pública fue porque Cristo estaba desnudo y mostraba el pene. Históricamente a Cristo lo crucificaron desnudo, tal como crucificaban desnudos a toda la gente en la época de Cristo; las tapaduras vinieron después. Yo nunca imaginé que iba causar ese escándalo; si me hubiera imaginado, de antemano le hubiera dicho: oye Cristina, tápalo, ponle algo, eso no va. Pero no había nada de malo, y todas las señoras estaban tomándole fotografías al pene de Cristo para ir donde el alcalde a quejarse.

Imagino que se reunió con el alcalde Jorge Muñoz…

Sí, yo me reuní con el alcalde y le dije: tienes dos alternativas, tú solamente recibes las quejas de las personas que están en contra, pero si tú clausuras la muestra, se te van a venir encima todos los que están a favor. Entonces, lo que te sugiero es que no cierres la muestra, solo dale un perfil bajo, pero mantenla, porque te vas a meter en un problema peor. En ese entonces el alcalde tenía un programa de televisión en el canal de la municipalidad donde salían los vecinos, y ellos iban y lo insultaban delante de la cámara, en plena entrevista con los vecinos. El alcalde no tenía escapatoria, yo le entendí perfectamente; pero sí hubiera preferido que me diga directamente “estoy en este problema y tienes que renunciar”.

En el Perú existen tres espacios posicionados de formación en artes visuales: Bellas Artes, la Universidad Católica y Corriente Alterna, ¿Qué opinión tienes sobre la actual formación de estos centros de estudios?

Te voy a decir algo, yo últimamente me he acercado bastante a Bellas Artes, y creo debería recomponerse y replantearse. El problema es que Bellas Artes es autónoma. Yo replantearía su currícula; evaluaría bien a los maestros y daría recursos. Los chicos de Bellas Artes son talentosos, con gran capacidad, pero esa capacidad no viene respaldada por la parte teórica que ellos necesitan. Creo que hay una carencia de profesores que le podrían dar ese respaldo. Algunos profesores son muy buenos, y hay profesores que sin ser de Bellas Artes están trabajando allí. Por ejemplo, una persona que era muy valiosa es Emilio Santisteban que ya se retiró; Juan Peralta también estuvo ayudando en Bellas Artes, pero la gente se cansa, porque puedes tener toda la buena voluntad del mundo, pero no encuentras el respaldo. Mira mi caso personal. Había una Bienal en Puerto Rico y otra en Dubái, y yo hablé con los encargados y nunca mandaron. Yo tengo simpatía por Bellas Artes y por los chicos, pero su escuela tiene que reorganizarse. El problema es la base y la organización, ya que hay profesores buenos, y también hay malos que no los puedes evaluar, pero están allí enquistados. Eso debe cambiar.

Es necesario una urgente reorganización…

Hay otra cosa que perjudica a los chicos de Bellas Artes, yo no creo que sea suficiente en una escuela de arte dar la formación artística. Creo que hay que ayudarlos a meterse en el mercado, a defenderse en el medio y a sustentar. Yo he visto chicos notables que han salido de Bellas Artes. Hay un grabador extraordinario que es Luis Torres Villar, ese chico es brillante, yo le he comprado obras a él mismo, pero todavía no tiene una sola individual en el Perú ¿cómo es posible que un chico que es de lo mejor que ha salido de Bellas Artes no tenga una individual? Si tú analizas este caso, Luis Torres es notable, pero cuál es el problema: primero su origen, que es provinciano, segundo, el lugar donde vive, que es detrás de un cerro, donde ni siquiera llega la señal del celular, y tercero: que tiene familia que mantener, por eso tiene que vivir haciendo serigrafías y polos, porque este mercado no le garantiza una estabilidad económica para él y su familia. Entonces, hay un círculo vicioso que parte de nuestra estructura social, y que obliga a la gente de mucho talento a dedicarse a otra cosa para poder sobrevivir.

De alguna forma la sociedad está mutilando el talento…

No de alguna forma; lo está haciendo. Seamos reales, para un chico de la Católica es más fácil entrar al mercado, que para un chico de Bellas Artes, porque así está condicionada la sociedad peruana.

¿En ese sentido crees que Corriente Alterna tenga la fortaleza de posicionar a sus egresados?

Yo no lo creo, porque tampoco la gente es tonta. Yo no tengo nada que ver con Corriente Alterna desde hace buen tiempo. Corriente Alterna ha tomado un giro conceptual cada vez más teórico y más alejado del mercado. El problema de ellos es que ni se insertan al mercado, ni se insertan a lo que va paralelo al mercado, y eso no tiene nada que ver con la parte de comercialización. Es decir, no se insertan ni a ferias ni a festivales. Creo que los últimos que se insertaron fueron los alumnos que yo dejé en Corriente. Yo sí me preocupaba en ubicarlos y a levantarlos, porque no es suficiente la educación que les das en materia de arte, sino, hay que abrirles los ojos del medio en el que van a trabajar y vivir. Cuando yo me fui de Corriente Alterna, quienes me remplazaron pensaron que el camino correcto era la parte conceptual, y tienen todo el derecho de pensar lo que quieran; pero ya de Corriente Alterna no están saliendo artistas, por lo menos que yo conozca, o que hayan expuesto en los últimos tiempos. No es que sean malos, sino, que están en una onda que todavía no entra al mercado. Lo que pasa es que si tú no haces nada lo pierdes. Esos cinco años de clases se vuelven diez, luego quince, y perdiste tus estudios. Entonces, pienso que hay que replantear Corriente Alterna, y ver cómo unir lo conceptual a otros tipos de disciplinas que sean más identificadas con nosotros. Por ejemplo, hay pintura que es conceptual, Miguel Aguirre es un artista que tiene un gran concepto y lo sustenta muy bien. Un gran pintor obligatoriamente debe tener un buen concepto.

¿Rechazas el conceptualismo?

Yo no rechazo el conceptualismo para nada, pero creo que el conceptualismo jamás va a postergar a la pintura; pero son cuestiones ideológicas, y hoy en día con esta onda de conceptualistas que toman Google como punto de partida, la pintura se ha vuelto como la resistencia y la vanguardia; y el conceptualismo se está volviendo la tradición.

¿Qué le dirías a esa gente que dice que el pintor de caballete ha muerto?

Eso pasó en los años setenta. Se decía exactamente lo mismo, y cuando en los ochenta llegó la postmodernidad y barrió con el conceptualismo y volvió nuevamente la pintura, entonces, esa década perdida para los estudiantes de arte hizo que con el regreso de la pintura ellos debieran nuevamente a comenzar a dibujar y luego a pintar, porque no sabían hacerlo. Creo que el conceptualismo sí, pero pintura también. Tú tienes que estar con capacidad para pintar, y lo que hoy necesitamos nosotros, es un arte que no haga distinciones ni rechazos; que sea abierto y que exprese el pensamiento de la persona a través de un sólido concepto. Es muy difícil porque tienes que leer, estudiar y tener el oficio; es difícil pero no imposible. Creo que el principal problema de los artistas hoy en el Perú, es su incapacidad para sustentar su obra. Su carente capacidad de explicar lo que quieren decir a través de su obra, y por eso llaman a curadores para que le hagan la curaduría, y para que le escriban el texto. Un artista tiene la absoluta obligación de sustentar su obra y de escribir su texto. El arte no habla solo, es el artista el que habla, y no debe evadir su responsabilidad a través de un curador.

Hablando de curadores, hace poco hubo un debate por el plagio del curador Tarnawiecki, y tú has sido bastante ácido al criticar esto, pero también hiciste una fuerte critica al concurso Pasaporte para un artista.

Mira, el caso de Nicolás Tarnawiecki a mí me da mucha pena, porque lo ha perjudicado mucho, pero no ha sido gratuito el perjuicio. Se lo merecía, porque el plagio es robo. Además, para qué plagiar si puedes citar. Plagiar para engañarme a mí, para decirme que él sabe mucho, eso es una tontería, eso muestra su inseguridad. Mira, el concurso de la Alianza Francesa es un pésimo concurso desde todo punto de vista. Comenzó muy bien y durante las últimas tres ediciones ha variado para peor; ya venía en picada, pero cuál es el objetivo de un concurso: punto número uno, beneficiar a los artistas jóvenes, dos, mostrar un panorama de la producción que se está haciendo en el Perú. ¿Acaso el concurso Pasaporte para un artista te está mostrando eso?, ese concurso comenzó imitando a la Bienal de Lima, haciendo selecciones en cada región y luego los finalistas de cada región venían a Lima, y acá se encontraban. Luego las bases cambiaron radicalmente, y todo se centralizó en Lima. Se ha convertido en una pequeña colectiva, donde solo algunos artistas son seleccionados por un jurado. Eso no es un concurso. Te da una idea muy distorsionada de cuál es la situación del Perú de hoy. Punto número dos, los franceses o son brutos, o se hacen; ¿por qué convocan a un curador?, la función de un curador no es curar un concurso. Un curador trabaja con los artistas y selecciona obras, coordina con ellos, da coherencia a todo el contenido, para qué llaman a un curador si las obras ya están seleccionadas, ¿para que haga el montaje? eso es un disparate.

¿Crees que la universidad Católica interviene en el concurso?

No, la Católica no está metida ahí, la Católica lo que tiene es un gran compromiso con la embajada de Francia, y por eso le cede su Centro Cultural. Yo la verdad la única explicación que veo para que le ceda el local, es que la embajada de Francia hace una serie de actividades culturales con la universidad Católica, y entonces no le puede negar el espacio. La mayoría de chicos en el concurso no eran de Bellas Artes, pero sí del Centro de la Imagen que está relacionado con la embajada de Francia. El problema está primero en el criterio, eso de elegir me resulta bien elitista para un concurso. Elitista porque no te da un panorama de cuál es la producción artística del Perú. Punto número dos, la presencia de las provincias es importante, Lima no es el Perú; tú tienes que tomarle el pulso a todo el país, y ¿dónde están los provincianos? Punto número tres, la selección del jurado está hecha para privilegiar determinadas tendencias, y cada vez existe menos participación de la pintura, porque hay más participación de instalaciones y arte conceptual, y alguna que otra fotografía. Eso es aquello que los críticos consideran contemporáneo; puede ser, y eso es lo que los chicos producen para un concurso que de antemano se sabe va privilegiar también. Entonces, al margen del jurado, de manera independiente yo creo que está muy bien, pero se debería diversificar con más miradas, con miradas discrepantes, y que haya debate. Creo que el concurso se puede salvar decapitando a la Alianza Francesa, o a la cabeza de la Alianza Francesa, y poniendo a una persona pensante para que reorganice el concurso.

Respecto a Centro de la Imagen, muchas veces sus profesores han ganado premios en concursos donde ellos son los organizadores, o están como jurado.

Pero quién tiene la culpa de que ellos hayan sido elegidos, y quién tiene la culpa de que se haya convocado a profesores. Mira, desde que yo estuve en Corriente Alterna nunca he aceptado participar como jurado en un concurso, para evitar esa suspicacia. Porque yo decía, si gana un chico de Corriente Alterna, lo primero que va a pasar es que ese chico se perjudique. Yo nunca lo acepté, no por mí, sino por los propios alumnos, porque automáticamente invalidaba el premio.  Yo no creo que Roberto Huarcaya, o cualquier otro profesor del Centro de la Imagen deba ser jurado; ellos deben abstenerse a cualquier tipo de concurso de fotografía. Eso está mal.

Mario Vargas Llosa escribió el libro Ojos bonitos, cuadros feos ¿De alguna forma te sentiste identificado con el personaje?

Te voy a decir. Mario Vargas Llosa escribió esa obra de teatro a partir de una crítica mía, que yo publiqué sobre una muestra en la galería Ivonne Briceño, entonces yo le di con palo, y le dije que los cuadros son muy feos pero que la chica tiene ojos bonitos, entonces, a partir de allí Vargas Llosa escribió la novela.  Digamos es una novela postmoderna sobre la crítica de arte. Que MVLL hizo una caricatura sí, a mí personalmente si me gustó la obra de teatro, pero no me sentí identificado para nada. Yo fui la inspiración de Vargas Llosa y él hizo lo que le dio la gana. Yo vi la obra montada por Hernán Romero y dirigida por el exministro de Cultura Luis Peirano; yo vi esa versión, después hubo varias obras más. Lo gracioso es que Hernán Romero actuaba de la forma como yo me paraba y caminaba, y como yo hablaba, porque fue deliberado. Lucho Peirano lo hizo así, y a mí sí me gustó; no soy yo, es un personaje de ficción, pero bacán que a partir de una crítica mía se haya hecho una obra de teatro.

Tenemos un Congreso de la República que debería promover leyes para difundir el arte y la cultura, pero eso no sucede.

Pero mira, cómo me preguntas eso si tú ves la manada de congresistas que son unas bestias; el Congreso da vergüenza. Después de tener una ministra de Cultura que era absolutamente inútil y que duró más de dos años, me refiero a Diana Álvarez-Calderón, acaso alguien la cuestionó. Su principal habilidad era pasar desapercibida. Qué hizo Diana Álvarez- Calderón, nos dejó el mamotreto del MUNA allí en Pachacamac, que es un museo pesimamente ubicado, y que no debe de construirse de ningún modo. Y tú crees realmente que a los gobiernos del Perú les interesa la cultura. Los únicos presidentes que yo conozco, y mira que yo no soy aprista, pero que le han dado importancia a la cultura han sido Belaunde y Alan García. Yo podré estar opuesto a Alan García que vive aquí detrás mío, pero tengo que reconocerle que fue el que hizo el Museo de la Nación y el que creó el Ministerio de Cultura, y La Casa de la Literatura Peruana. Ahora, Alan García es un hombre que se preocupa por la cultura, porque sí sabe la imagen que le da la cultura; yo no creo que ese sea el caso de Pedro Pablo Kuczynski.

¿Por más que sea primo de Godard?

Por más que sea primo de Godard, mi director de cine favorito. Creo que Kuczynski es un hombre con sensibilidad, pero el problema del ministerio de Cultura, es que cualquiera que ocupe ese cargo va a poder hacer muy poco, porque no tiene los recursos como para poder trabajar. Mientras no haya recursos pondrán a Dios ahí como ministro, y no podrá hacer nada.

Pero hay un “Salvador” que es del Solar…

Salvadorcito que a todo el mundo le cae bien, y que creo que es un buen muchacho, pero está fuera de sitio ahí. Ese ministerio necesita en primer lugar un hombre culto y que sea un buen administrador. Ese ministerio necesita contratar especialistas, yo personalmente le deseo lo mejor, pero no creo que Salvador del Solar sea el ministro de Cultura ideal que requiere este país. A Salvador del Solar le va pasar algo similar a lo que le pasó a Susana Baca, y a Salvador lo han puesto por la simpatía que él genera. En verdad le deseo lo mejor por el bien de todos. Además, el señor Jorge Nieto Montesinos tampoco era la persona indicada. Mientras los ministros se vayan poniendo por influencia, mientras que Kuczynski tenga personas con gran influencia como Susana de la Puente, esas cosas van a ocurrir. Tenemos gente con mayor peso y experiencia para ocupar un puesto similar. Ese ministerio es una carga tremenda, y a Salvador del Solar se lo van a comer crudo, a diferencia de Nieto Montesinos que pasó desapercibido, Salvador del Solar tiene notoriedad, y el Congreso sí se le puede tirar encima.

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