Por Jorge Linares
Culminó de manera exitosa la exposición “Lucho Repetto, un puente indispensable”, bajo la curaduría de Miguel Rubio Zapata, gran dramaturgo y leal amigo del extinto museólogo. Para muchos que visitaron esta muestra en el Centro Cultural Inca Garcilaso quedaron satisfechos e impresionados por el escenario bien representado que daba a conocer el recorrer de Lucho (como le gustaba que le llamen) en nuestro territorio patrio, era un enamorado empedernido de cada rincón del Perú y no solo eso, sino que transmitía o contagiaba en los diferentes escenarios, charlas, exposiciones o en su programa televisivo que asistía, de las bondades de cada rincón peruano y la calidez de los lugareños con quienes convivía. Fue un gran conector o enlazador de personas, unía puentes de amistad, todos vinculados con la museografía, el patrimonio, el arte, la cultura, la marinera, la artesanía o los cementerios patrimoniales. De todo esto, quedan grandes vínculos de hermandad que continúan el inconmensurable legado de Repetto.
El Premio Nacional de Cultura, Miguel Rubio, gestor de esta exposición, junto a Claudio Mendoza, jefe del Museo de Artes y Tradiciones Populares “Luis Repetto Málaga”, coincidieron con documentar una parte de la escenografía con fotos e información del Cementerio General “San Miguel Arcángel” de la ciudad de Iquitos, porque es uno de los lugares que Lucho dejó marcado el sentido de pertenencia o identidad en un grupo de jóvenes iquiteños; despertó y en algunos casos reforzó en ellos el valor y protección del patrimonio cultural mueble o inmueble a través de circuitos turísticos o diferentes activaciones culturales; hace poco se presentó un poemario del poeta amazónico Kriztian Valente, celebrando el natalicio de Lucho, y que contó con una gran concurrencia y aceptación de la población en el campo santo. Deseamos que esta exposición sea itinerante y pueda llegar a Iquitos como a otras provincias del Perú y poder disfrutar de este escenario cultural.
Miguel Rubio, lo recuerda como un gran impulsor infatigable de iniciativas museográficas en muchas partes del Perú. Por donde andaba, inventaba museos y registraba los que encontraba en su célebre programa de Museos puertas abiertas de alcance nacional y único en su género en el mundo. Para Claudio Mendoza, Lucho fue un incansable gestor que supo ver el valor del patrimonio cultural y sus manifestaciones materiales e inmateriales como uno de los componentes más importantes de nuestra identidad nacional. Todos los que conocían a Lucho son conscientes que el Perú ha sufrido una de sus más grandes pérdidas en tiempo de pandemia, con su temprana e inesperada muerte. En la actualidad, hay un compromiso de los más allegados a continuar arando en el camino que dejó este gran caballero y visionario del Perú.