Durante todo este proceso de cuarentena, diferentes medios de comunicación que utilizan las redes sociales para cuestionar las acciones del gobierno, han venido recibiendo ataques en la modalidad de comentarios. Cada vez que se cuestiona al poder todo un ejército de troles aparece para insultar y desacreditar a periodistas y medios. ¿Quién está detrás de todo esto?
En la jerga de la Internet, el trol es una persona que, protegida por el anonimato o cuenta falsa, se dedica a insultar o provocar en las redes sociales. En los últimos años los troles y las cuentas falsas se han vuelto clave en las diferentes campañas políticas e incluso se ha convertido en un arma estratégica en geopolítica.
Los espacios virtuales donde abundan los troles son Facebook y Twitter, a esto se suma que el anonimato en las redes sociales ha generado la aparición de un ejército de valientes e indignados que destilan un odio gratuito bajo la aparente consigna de destruir a todo aquel que se atreva a cuestionar al Gobierno.
¿Cómo se consigue esto? Es tan simple como comprar el pan, pues en Internet abundan diversas páginas web donde ofrecen, por ejemplo, 25 mil seguidores por US$ 225 dólares. Esto es utilizado por diferentes gobiernos en el mundo y por políticos y empresas que quieren aparentar una gran cantidad de seguidores. En 2019, según un informe de Facebook, poco más de 400 millones de perfiles no correspondían con ninguna persona real. The New York Times reveló que 200 millones de cuentas falsas en Twitter son promocionadas o creadas por una empresa de marketing social llamada Devumi. Las cuentas parecen a simple vista personas reales, con fotografías y nombres completos y biografías auténticas. Sin embargo, muchas de esas cuentas son clonadas y han sido creadas recientemente.
En Hildebrandt en sus trece, el periodista Américo Zambrano señaló: “La crisis del gobierno se expresa, además, en el insólito ejército de troles que ha inundado las redes para atacar a todo aquel que cuestiona al Ejecutivo y, especialmente, al ministro Víctor Zamora. Entre las víctimas de estos troles gobiernistas aparecen los periodistas Gustavo Gorriti y Rosa María Palacios, así como el médico peruano Mateo Prochazka. ¿Quién está detrás de esta campaña? Diversas fuentes apuntan a Juan Carlos Ruiz, flamante asesor de imagen del Ministerio de Salud”.
Recordemos que con el ingreso de PPK en 2016 a Palacio de Gobierno, se comenzó a hablar del llamado Trollcenter, un centro de operaciones pro-PPK y al parecer -con el tiempo- se han convertido en troles pro-Vizcarra.
¿Se puede hacer algo contra los troles? Sí. Nuestros congresistas deberían seguir el ejemplo de los senadores de los Estados Unidos exigiendo que se investiguen las “prácticas engañosas” de empresas que proveen este servicio al gobierno. Si el gobierno de Vizcarra gasta dinero en la empresa publicitaria IPSOS, no debe de sorprendernos que tal vez gaste nuestro dinero en un ejército de troles, una práctica también conocida como Astroturfing.
En tiempo del coronavirus, vivimos además una pandemia de granjas de bots y troles.