Política

Los partidos de izquierda, ¿otra vez juntos, pero no revueltos?

Se acerca la fecha límite para la presentación de alianzas ante el JNE, pero nuevamente las rencillas estarían apareciendo dentro de la izquierda peruana. ¿Habrá ‘humo blanco’ esta vez?

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Pocas son las veces en el Perú en que un candidato de izquierda logra colocarse la banda presidencial, y por contraposición el peruano ha elegido una figura más de centro o de derecha, ansiando con ello la siempre eterna promesa de convertirnos en un país de primer mundo.

El caso de Pedro Castillo podría catalogarse como algo sui géneris, pues a falta de unos cuantos meses no aparecía como los favoritos en las encuestas, mezclándose en ese vergonzoso 1 % donde van a parar los demás candidatos. Sin embargo, grande fue la sorpresa cuando se le vio luchando palmo a palmo con la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, a la que posteriormente vencería en segunda vuelta. Pedro Castillo, candidato por Perú Libre, movimiento de izquierda, se había convertido en presidente de la República para asombro y pavor de propios y extraños.

En esas mismas elecciones, el otro partido de izquierda que estaba participando era Juntos por el Perú, de Verónika Mendoza, quedando en el sexto lugar en primera vuelta.

En el año 2011, Ollanta Humala, candidato de la alianza ‘Gana Perú’, se alzó con la victoria al superar (nuevamente) a Keiko Fujimori, la candidata insignia de los partidos de derecha. Para derrotar a la ‘china’ tuvo que firmar un acuerdo político con varios partidos de izquierda, entre ellos el Partido Comunista Peruano o el Partido Socialista, quienes lo consideraban aquel militar de formación izquierdista que reordenaría las cosas en el Perú. Grande fue su decepción cuando lo vieron pasar a Ollanta del ‘polo rojo’ al ‘polo blanco’, significando con ello que había vendido su alma al diablo para que pueda gobernar tranquilamente sin que lo incomoden los grandes grupos de poder.

Ollanta Humala y su inconfundible ‘polo rojo’ durante principios de su campaña y su ‘polo blanco’ cuando quiso ganarse la simpatía de las grandes empresas.

El otro partido de izquierda que participó en esas elecciones fue Despertar Nacional, que tenía a Ricardo Noriega como candidato presidencial, obteniendo el 0.15 % de los votos válidos en primera vuelta.

Habría que retroceder hasta el año 1968 para encontrar al que muchos hombres de izquierda denominan como el verdadero representante de su ideología en la figura de Juan Velasco Alvarado, el ‘Taita’, quien a punta de bota y fusil derrocó al entonces presidente Fernando Belaunde Terry para quedarse con el poder.

Basándose en su Gobierno Revolucionario, nacionalizó bancos, la industria petrolera, la pesca, la minería, así como restringió la libertad de prensa. Pese a esos atropellos, el ‘Taita’ Velasco es adorado hasta la actualidad por traer la reforma agraria, así como mejorar considerablemente la educación y revalorar las lenguas indígenas.

Al entenderse que él accedió a la presidencia de la República a base de un golpe de Estado, no es posible mencionar que fue elegido de manera popular en las urnas.

¿Izquierda hay una sola?

Revisando esos antecedentes, solo encajaría el caso de Ollanta Humala donde verdaderamente distintos movimientos de izquierda, por tan solo unos cuantos meses, se aliaron para que gane finalmente su candidato elegido. Luego de él, las rencillas internas terminaron por fragmentarlos, presentando cada uno a su candidato, sea de izquierda radical, moderada o centro izquierda, o lo que muchos ahora califican como los ‘caviares’, aquella izquierda acomodada que planifica una restructuración del país desde un café en Barranco.

Recientemente, en un intento de concordia entre los distintos movimientos de izquierda, se pretende presentar una alianza conformada por Verónika Mendoza (Nuevo Perú), Guillermo Bermejo (Voces del Pueblo), Napoleón Becerra (Partido de los Trabajadores y Emprendedores), y Miguel Castillo (Primero la Gente), a manera de crear un distanciamiento con las posturas de Roberto Sánchez (Juntos por el Perú) y lo que tenga en mente hacer el radicalista de Antauro Humala.

Precisamente estos dos últimos nombres vienen generando una disputa en el partido de Juntos por el Perú debido a la cercanía de Sánchez con Antauro Humala, la cual viene siendo mal vista por los demás partidarios.

¿Se consumará la unión entre Humala y Roberto Sánchez? Foto: GLR.

Tal parece que esos desencuentros terminarán por ‘pasarle la factura’ el próximo año cuando se realicen los comicios electorales, observando nuevamente como ese terrible 1 % termina ocultado todas las aspiraciones de la izquierda. El tiempo sigue corriendo y aún se ven muchos rostros de descontento que no quieren ni a uno ni a otro como el rostro de la izquierda.

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