Estas elecciones 2016 van a pasar a la historia por la enorme cantidad de corruptos, farsantes, embaucadores y cretinos que se presentan para hacerse de la presidencia a como dé lugar, no importa el cómo, lo que importa es llegar, pasar la valla y sentarse en el sillón de Pizarro.
Pero como las elecciones son un pack, una especie de combo, estos impresentables no vienen solos y, para ello, vienen acompañados de los llamados candidatos congresales, en su mayoría gente que aporta su dinero, invierte para ganar, lo cual no debería de extrañarnos, pues en una economía de mercado, la política es también negocio y los votos son una especie de cheque al portador del cual nadie se hará responsable. Y, al final, pagas por algo que nunca te van a dar.
Hace unos días la organización civil sin fines de lucro, Transparencia, que se dedica a vigilar los procesos electorales y promover medidas contra la corrupción política, señaló que existen 110 candidatos al congreso con procesos judiciales en curso e incluso expresidiarios o personas con antecedentes penales. Noticia que al parecer ha pasado desapercibida, o los correligionarios politiqueros han preferido hacer mutis y seguir mirando a un costado, porque al fin y al cabo esto no sorprende a nadie, sobre todo si tomamos en cuenta que los líderes de las encuestas son personajes cercanos a la mafia, el sicariato, la cleptocracia, el desfalco, los crímenes y la mitomanía, como Keiko Fujimori, Alan García, Alejandro Toledo, César Acuña, etc.
Lo que sorprende es que candidatos o candidatas como Verónika Mendoza que supuestamente nos ha vendido el cuento del “cambio” y las “manos limpias”, incluya dentro de su nómina a una oncena de indeseables, personas que tienen un sinnúmero de acusaciones y procesos judiciales o que incluso han sido declarados culpables: http://elecciones2016.transparencia.org.pe/verita/799/candidatos-con-procesos-judiciales-en-curso
Entre estos candidatos al Frente Amplio, que, supuestamente, representa a la “izquierda”, están señores como Leoncio Egúsquiza Sánchez, quien va por Lambayeque y ostenta ocho procesos judiciales por alimentos, violencia familiar, difamación, fraude en la administración de persona jurídica, etc., etc. O Jesús Percy Bonilla Yaranga, quien postula por Lima y tiene cuatro procesos judiciales por exposición al peligro de personas, delito de omisión y rehusamiento de actos funcionales, disturbios, etc., etc. Los otros candidatos de este frente que están siendo procesados son Carlos Emilio Vizcarra Velazco (Arequipa) por difamación. Martín Arnaldo Morales Torres (Callao) por indemnización. Lucha Páucar Ríos (Cusco) por lesiones. Óscar Avelino Mollohuanca (Cusco) por disturbio, peculado, malversación, etc. Luis Garnique Ortíz (Piura) por alimentos. Juan Manuel Castillo More (Piura) por peculado doloso agravado, etc. E incluso hay un juicio por “suma de dinero” a Ángela Leonor Villón Bustamente, una “meretriz honesta” que promete cambiarle el rostro al parlamento y convertirse en “Una señora puta congresista” (sic).
Pero, por si hubiera dudas, el Frente Amplio también tiene en sus filas a otros dos candidatos que tienen sentencias condenatorias por delitos dolosos comprobados y sancionados: Junny Janet Ynoquio Herrera, quien postula al congreso por La Libertad y a quien se le acusó por el mal uso de documentación falsa; su sentencia fue el pago de reparación civil. Y Jorge Andrés Castro Bravo, candidato por Tacna, quien tuvo seis meses de prisión condicional suspendida. http://elecciones2016.transparencia.org.pe/verita/798/candidatos-al-congreso-con-antecedentes-penales
Por cierto, de los otros partidos políticos no diremos nada ahora porque a ellos no les quita el sueño ni les afecta en lo más mínimo mostrar sus requisitorias, es más, se sienten orondos, sacan pecho por sus crímenes, por sus robos, desfalcos, mentiras, trafas, etc. (Keiko Fujimori tiene más de un 30% de votos inamovibles), ellos lo ven como las rayas del tigre o de la cebra, o como el choro convicto y confeso que muestra sus cortes y se ríe a mandíbula batiente. El asunto es con los moralistas o hipermoralistas los supuestos “nuevos rostros” de la política, los que dicen que “sí harán el cambio”, “yo traigo la honestidad”, “yo sí cumpliré mis promesas”, “lucharemos por el nuevo Perú” y bla, bla, bla y que, en el fondo, lo sabemos, son más de lo mismo.