Opinión

Los niños buenos de La Oroya, Pasco, Perú

Lee la columna de Edwin A. Vegas Gallo

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Por Edwin A. Vegas Gallo (1)

La Comisión Multipartidaria Investigadora del Congreso de la República, que hace el seguimiento a los niños y adultos de La Oroya, Pasco; pasibles de la contaminación por metales pesados (mercurio, plomo y arsénico); y, presidida por el congresista Idelso Manuel García Correa (APP), a última hora, ha suspendido “la quinta sesión extraordinaria (fijada para este 18 de agosto) que tenía como fin la presentación de resultados de estudios científicos sobre salud ambiental y humana de Pasco, quedando pendiente de señalar la fecha y hora de reprogramación que se estará comunicando oportunamente”.

Ello demuestra el poco apego de los congresistas, de los ministros de Salud, Ambiente y Justicia, al principio consagrado primigeniamente en nuestra Constitución Política, referido a la defensa de la vida de esos niños y adultos, ya afectados seriamente por la contaminación y que en el último trimestre del año 2019, acamparon frente al ministerio de Salud, buscando atención médica para aquellos y sobre todo justicia por la vulneración a sus derechos humanos a vivir en ambiente sano y con mejor calidad de vida.

Es inaudito postergar una reunión parlamentaria, donde se iba a tomar conocimiento de los niveles del mercurio, plomo y arsénico, que corren por la sangre de nuestros niños y adultos, en escandalosa contaminación a la que son sometidos. Postergación concertada de seguro, con el lobismo minero para no asumir la empresa la reparación del daño ambiental humano.

(1) Presidente del Instituto Internacional de Derecho Ambiental y Ecología Política.

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