En reiteradas ocasiones, en Lima Gris se ha tocado el tema de la SUNEDU, y mediante informes de investigación documentados se cuestionó la labor de la mencionada institución. Se dijo que la SUNEDU se creó a favor de la educación de calidad, pero eso no fue del todo cierto. El 7 de mayo de 2018, Vizcarra nombró como Superintendente de la SUNEDU a un desconocido sociólogo que se desempeñaba como profesor de la Pontificia Universidad Católica, llamado Martín Benavides Abanto. Cuatro meses después de su nombramiento, exactamente el 10 de setiembre de 2018, Benavides creó y puso en vigencia un sorpresivo reglamento para cerrar universidades. Lo hizo mediante Resolución del Consejo Directivo N° 111-2018-SUNEDU/CD.
Esto fue realizado yendo contra la Ley Universitaria y contra las funciones específicas de la SUNEDU, Benavides, cambió ilegalmente las reglas de juego al disponer lo siguiente: “El presente reglamento regula el proceso de cese de actividades de universidades y escuelas de posgrado” (Artículo 1) y se encargó de precisar que, por cese de actividades, se debería entender “Cese de la prestación del servicio educativo superior universitario debido a la denegatoria o cancelación de la licencia institucional o, de ser el caso, ante la decisión voluntaria de la universidad y/o escuela de posgrado”.
Así nació el famoso Licenciamiento de universidades y en su gestión Benavides rápidamente desenvainó una espada que la ley no le había concedido a la SUNEDU y, usando el reglamento hecho a la medida por él mismo, cerró 46 universidades en apenas 20 meses. Una cifra que demuestra que la evaluación de universidades fue un trámite falso por una razón: se cerraron 2.3 universidades por mes, es decir, cada 13 días la SUNEDU de Benavides Abanto y Vizcarra cerraba una universidad. Esto es imposible porque significaría haber inspeccionado locales, analizado miles de documentos, recibido descargos, evaluado informes en solo 13 días para una sola universidad. Algo imposible.
Con esa espada, la SUNEDU despedazó el derecho a la educación y dejó en la calle a más de 180 mil estudiantes y, lo más grave, no se tomaron el afán de darles una alternativa. Es por ello que luego de analizar la negativa gestión de la SUNEDU, el Congreso de la República aprobó ayer, en segunda votación, la ley que propone restablecer la autonomía y la institucionalidad de las universidades peruanas, mediante la modificación del consejo directivo de la SUNEDU. La representación nacional respaldó dicha norma con 68 votos a favor, 39 en contra y cinco abstenciones.
El consejo directivo de la SUNEDU pasará ahora de tener cinco a siete integrantes, y estará compuesto por un representante del Ministerio de Educación, otro del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec).
Todos estamos a favor de que mejore la educación en el país, pero para eso se necesita instituciones que actúan sin fines políticos y sin direccionamientos económicos. A pesar de los golpes y el acoso judicial que hemos recibido, podemos decir que el tiempo nos dio la razón.
(Columna publicada en el diario La Razón)