Los bloqueos de carreteras, las protestas de manera violenta, la amenaza a rehusarse a unirse a las marchas solamente vienen causando un terrible perjuicio a la gran mayoría de peruanos que se dedican día y noche a trabajar para sacar adelante a sus familias, no significando necesariamente que sean ajenos a la coyuntura política.
Los verdaderos peruanos que buscan el progreso saben muy bien que el cierre de los aeropuertos o las carreteras implica que la mercadería no pueda ingresar a la ciudad, que la toma de los ministerios dilata mucho más sus procesos judiciales, que quemar dependencias policiales los deja indefensos de los delincuentes, que no permitir el libre tránsito de las ambulancias le quita la oportunidad de vivir a un pequeño inocente que no tiene nada que ver con la izquierda o la derecha.
Los pequeños emprendedores ven cómo se deshace años de esfuerzo, horas interminables de sacrificio, deudas con los bancos, en cuestión de minutos a causa de un grupo de delincuentes camuflados entre la población.
De acuerdo a un informe del gremio Unión de Mypes del Perú cada día de bloqueos y protestas significan entre 170 y 200 millones de soles al día para los comerciantes por no vender.
Las pérdidas comprenden las ventas de micro y pequeñas empresas (mypes) de varios sectores, principalmente comercio y manufactura (calzado y confección), además del turismo, según lo explicó el director de la mencionada agremiación, Daniel Hermoza.
“La crisis ha desmotivado el consumo, elevado precios y por ejemplo hay un grupo que no ha podido culminar la elaboración de productos”, comentó.
En ese contexto, las ventas no son el único problema, sino también el abastecimiento. Tales dificultades, explicó Hermoza, responden principalmente a productos o insumos que no llegan a comercios o mypes manufactureras de diversas regiones por los bloqueos.
Como ejemplo mencionó a un grupo de confeccionistas de Chiclayo, que estuvieron esperando materiales necesarios para acabados de productos. “Ellos ni siquiera han podido culminar algunos de los procesos que les faltaba”, precisó.
Esa situación y el probable impacto en la llegada de turistas en las últimas dos semanas de diciembre por Navidad y Año Nuevo han dado lugar a que el gremio también pida a las autoridades que se aseguren los aeropuertos atacados y desbloqueen las vías para al menos restablecer parcialmente el flujo de visitantes, cuyo consumo impulsa la economía en esta etapa del año en varias ciudades.