Escribe Luis Felipe Alpaca
¿Quién lo diría? Aquel simpático colorado que cuando fue candidato se
metió al bolsillo a los electores el pasado mes de octubre en los comicios
municipales; ahora como alcalde ha sabido encontrar su chacra, como lo hicieron anteriormente Susana Villarán y Luis
Castañeda.
Jorge Muñoz fue dos veces alcalde
de la comuna miraflorina, entre 2011 y 2018, un distrito que por su tradicional
estructura recaudadora, y por albergar vecinos comprometidos con su entorno y
su medio ambiente, ha venido funcionando a través de una deseable
redistribución de recursos, favorablemente en beneficio de ellos mismos; no
obstante, superficialmente se ha vendido la idea de que los créditos de
aquellos logros deberían ir hacia los legajos profesionales del propio Muñoz.
Resulta que, como ya es
costumbre: cuando un alcalde goza de cierta popularidad en su mandato
distrital; luego opta por abandonar su distrito y a sus administrados, y se
traslada a ambicionar el sillón provincial. En ese sentido, Jorge Muñoz no ha
sido la excepción; antes lo hizo Alberto Andrade Carmona (los limeños le
recuerdan como un buen alcalde de Lima) y esta vez él como alcalde de Lima,
viene enfrentando las demandas urgentes que le exige la ciudadanía de la capital.
El efecto Forsyth en el resto de municipalidades
En el distrito de La Victoria los
vecinos han recuperado la fe en sus alcaldes, porque el joven burgomaestre
desde que empezó su gestión ha logrado neutralizar grandes mafias de las calles
de Gamarra que imperaron durante décadas; y actualmente viene haciendo lo mismo
con las mafias extorsionadoras del Gran Mercado de Frutas. Lo que demuestra que
sí se puede atacar la corrupción frontalmente, y sí se puede hacer gestión
eficaz en favor de la ley y de los intereses de los vecinos, y no en favor de
empresarios dolosos.
Lamentablemente, los logros del
alcalde de La Victoria han generado escozor en otros burgomaestres como el de
La Molina que ha venido protestando de cómo era posible que el gobierno central
haya apoyado a La Victoria con 2000 policías en Gamarra, desprotegiendo así a
otros distritos. Asimismo, el alcalde Muñoz en un arranque de mezquindad en un
programa matutino televisivo, le respondió a la conductora, con respecto a los
logros de Forsyth: —“No puedes comparar un distrito
con una provincia, pues”—. El hecho es que George
Forsyth con su labor municipal solo está consiguiendo poner la valla muy alta,
ante la búsqueda de buenos logros de las gestiones del resto de alcaldes de los
otros distritos; y e incluso de la propia alcaldía provincial, como ya viene
sucediendo.
No olvidemos que gracias al
trabajo tenaz de Forsyth, el alcalde Muñoz se ha visto obligado a levantarse a
las 7 de la mañana para dirigirse a atender el problema de los ambulantes de la
avenida Aviación, porque le corresponde como jurisdicción.
El alcalde Muñoz… flor de un día y cae en las encuestas
El Grupo La República le encargó
hace unos días al Instituto de Estudios Peruanos (IEP) de Hernán Chaparro,
recoger las opiniones de las personas de todos los niveles socio-económicos con
respecto a la actual gestión del alcalde Jorge Muñoz, y la respuesta ha sido
contundente. El alcalde ha caído vertiginosamente en su aprobación de un 59% a
un 46%; dicha desaprobación es más marcada entre los segmentos C y D que son
los más pobres, sin embargo, en los segmentos más acomodados mantiene cierta
aprobación, sobre todo porque consideran que es un alcalde democrático.
Las perlas de Jorge Muñoz
Precisamente, el segmento más
pobre no se siente identificado con la gestión de Jorge Muñoz. Y uno de los
problemas más significativos que viene azotando a la gente de a pie, es el caos
aún vigente de El Metropolitano, cuya estación de El Naranjal en Independencia se
ha vuelto un infierno con miles de personas que hacen colas interminables para
abordar un bus, y que incluso esperan ante el inclemente Sol en las calzadas
vehiculares poniendo así sus vidas en riesgo. Y ¿qué responde el alcalde? que
la culpa de dicho caos la tienen los alcaldes anteriores por no haber concluido
las 18 estaciones restantes hasta Carabayllo; y que como Naranjal no es realmente
una estación final, se genera dicha aglomeración.
Asimismo, el verano se encuentra
en su etapa final, y Muñoz no cumple lo que prometió en campaña: dotar de
extractores, turbinas, difusores y/o ventiladores a los más de 350 buses que
trasportan a más de un millón de pasajeros que vienen padeciendo una terrible
sensación térmica debido a la falta de ventilación de sus habitáculos. Ante
dicha problemática, la municipalidad emitió comunicados desde el mes de febrero
aduciendo que ya se habían realizado pruebas pilotas con algunos prototipos en cuatro
buses para luego empezar a implementar dichos extractores, y que serían
concluidos en el mes de junio. ¿Acaso la ola de calor del verano se prolonga
hasta junio? le preguntamos al alcalde.
Siguiendo con El Metropolitano,
la persona que decidirá los destinos del trasporte público y las concesiones a
pactar, es el ciudadano venezolano Fernando Perera Díaz. El alcalde Muñoz lo ha
designado como Presidente de Protransporte,
no olvidar que este señor trabajó como consultor especialista en transporte
urbano con la alcaldesa Susana Villarán y recibió un salario dorado proveniente
del PNUD, y como allegado de la alcaldesa fue el gestor de los corredores viales,
denominados: El Corredor Azul (un fracaso de reforma que hoy día viene operando);
sin embargo, el alcalde Muñoz premió a un incompetente que pretende saber más
que un profesional que recorre a pie las periferias del parque automotor, y
luego de concluida la gestión de Villarán, inmediatamente lo contrató en su administración
edil miraflorina como Gerente de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente; y
finalmente, iniciado el 2019 en el Concejo Metropolitano de Lima, Perera es el
que se encargará de los destinos del Metropolitano.
Cabe resaltar que los dos colorados (Muñoz y Perera) salen todos
orondos y pedantes ante los temerosos reporteros, a declarar a los medios sin
que nadie les pueda cuestionar sus desaciertos administrativos.
Otras de las perlas de Muñoz es
otorgar en concesión el cobro de parqueos a empresas privadas (practica que
realizó en Miraflores) tal como se emitió en la resolución Nº
1772-2019-MML/GTU-SIT; es decir, que negocios locales de todas las arterias de
Lima cobrarán por los parqueos colindantes a sus predios, los mismos que son
pagados por los ciudadanos que pagan sus tributos. Las calzadas no son de
dominio público, pero por lo visto para este alcalde es un gran negociazo
lotizar las pistas.
Y en el colmo del embuste, este
señor que ahora sale en reflectores con el hombre más veloz del mundo Usain
Bolt, le ha declarado la guerra a sus propias expresiones anteriores sobre la
tan esperada austeridad que proclamó en su gestión. Resulta que lo primero que
ha hecho el alcalde es aumentar significativamente los salarios de los
funcionarios que son sus allegados, específicamente a los gerentes municipales (con
respecto a los asesores, aún se mantiene sus remuneraciones) que en la época Castañedista
ganaban entre 7 a 11 mil soles; actualmente se ha estandarizado sus salarios
entre 13 a 15 mil soles mensuales.
Si mencionamos la palabra
inclusión, definitivamente el alcalde Muñoz no es para nada inclusivo; porque
ni bien inició su gestión ha despedido de manera arbitraria a más de 400
trabajadores de la municipalidad del régimen CAS y SP que tenían una antigüedad
de más de 15 años laborando; lo lamentable es que aquellos trabajadores ya
estaban a punto de firmar contratos para pasar a la planilla de la modalidad de
SERVIR (Autoridad Nacional de Servicio Civil) pero los dejaron con los crespos
hechos, para que sus puestos sean copados, en su mayoría por ex trabajadores de
la Municipalidad de Miraflores.
Las acciones de Amparo que
pretenden las reposiciones de aquellos trabajadores ya están siguiendo sus
trámites, e incluso, de forma solidaria se ha sumado a la protesta de tremenda
vulneración, el propio Presidente de la Comisión de Trabajo del Parlamento, el
congresista del Frente Amplio Zacarías Reymundo Lapa Inga, que le cursó con
carácter de urgencia una carta a Jorge Muñoz, para que explique el porqué de
aquellos despidos arbitrarios que configuran un flagrante abuso; sin embargo,
el alcalde se zurró en la misiva oficial, y no responde. Es sabido que esa vieja
práctica es utilizada por los alcaldes de turno, que luego de ser elegidos
insertan a su gente de confianza en distintos puestos; no obstante, el alcalde
Muñoz no es la excepción.
Hace unos días el alcalde de Lima
ordenó instalar unos maceteros que invadían uno de los carriles del jirón
Camaná en el centro histórico de Lima. Aquella medida ha ocasionado una gran
congestión vehicular en la vía, y a pesar que muchos simpatizantes aceptan la
medida que supone remozar y llenar de oxígeno (habría que ver si unas pequeñas
macetitas brindan realmente el oxígeno necesario) a las calles, cientos de
conductores que transitan diariamente por aquella arteria están indignados, e
incluso han bombardeado las redes sociales con su malestar, porque una vía de 2
carriles, se ha convertido en un solo carril. Pero la razón real por la que hoy
se encuentran aquellos maceteros en aquel jirón, obedece a que en esos carriles
se implementarán ciclovías que llegarán hasta la avenida Arequipa.
A pesar de aquella iniciativa que beneficiará directamente a los ciclistas, entre otras, de peatonalizar la Plaza Mayor, el alcalde no da muestras de que pretenda solucionar los problemas de fondo que atacan Lima Metropolitana, simplemente porque hasta el momento no habla de ellos, como son la inseguridad ciudadana, el caos del transporte público en general con la necesidad de nuevas vías de tránsito, la reestructuración de los hospitales de la Solidaridad, y la informalidad que aun viene reinando en toda la ciudad.
A pesar de ello, acaba de anunciar en conferencia de prensa que pronto se iniciarán los trabajos de ampliación de la Vía Expresa de Paseo de la República, que comprenderá desde la avenida República de Panamá en Barranco, hasta el kilómetro 12 de la Panamericana Sur, en San Juan de Miraflores; no obstante, dicha obra le fue concesionada a la controvertida firma Graña y Montero, por un valor de 200 millones de dólares (ya estamos acostumbrados a ver que dichos montos generalmente se duplican cuando la obra está a punto de concluirse) y según el alcalde, su entrega se hará en dos años.
Por su parte, la cultura en Lima para Jorge Muñoz comienza a dar sus primeros pasos, pero hace poco quedó mal parado, e incluso será demandado por un colectivo de arte que pretendía muralizar un tramo de la vía expresa del Paseo de la República, y que ya había cumplido con sus trámites para obtener los permisos oficiales; sin embargo, por presiones de un crítico de arte que publicó una nota desaprobatoria sobre aquel proyecto, y por el malestar de un sector de ciudadanos que despreciaron la propuesta de aquellos artistas, Muñoz develó su falta de autoridad y cambió su parecer. Ahora la Vía Expresa verá un nuevo mural artístico que realizará el artista Ricardo Wiesse, obra que él ya había hecho antes en la misma vía.
El alcalde Jorge Muñoz cree que
Lima es Miraflores, un distrito que a pesar de sus problemas ciudadanos, camina
solo como un reloj suizo. Pero se equivocó, así como en su momento se equivocó
el alcalde Andrade en 1996 cuando llegó al monstruo pluri-cultural que es Lima,
no obstante, supo tener humildad, y se allanó a las críticas, e inmediatamente
emprendió un cambio en el Centro Histórico, y por ello incluso las encuestas le
perfilaron como posibilidad para el sillón presidencial. En tanto, no es
descabellado pensar que el alcalde Muñoz luego de su paso como burgomaestre de
Lima (se nota a leguas su hambre de poder), pretenda aspirar la presidencia de
la república; —pero antes señor, pido a usted que cumpla
con la plana— apenas tiene usted poco más de un
trimestre de administración, y ya viene dando muestras de lo mismo… ¡verborrea
y pura verborrea!