Educación
Loreto, el espejo amazónico donde el MINEDU promete redención
En el corazón verde del Perú, donde la escuela aún se construye con esfuerzo y esperanza, el Estado ha vuelto con promesas bajo el brazo y millones que buscan redimir años de olvido.
La educación en el Perú ha sido, desde siempre, un edificio en ruinas al que se le colocan nuevas ventanas sin reparar los cimientos. Pero esta vez, el Ministerio de Educación —al mando de Morgan Quero, un ministro que ha optado por enfrentar la selva en vez de contemplarla desde Lima— ha llegado a Loreto con una promesa de redención: más de 180 millones de soles para levantar aulas, instalar módulos, conectar escuelas y rescatar del olvido a los estudiantes del extremo amazónico.
Fue en el marco del VIII Consejo de Estado Regional, celebrado en Iquitos, que Quero desplegó cifras como quien extiende una alfombra roja ante los presidentes regionales: 37 millones de soles en mantenimiento para 3700 escuelas, 109 millones para asegurar un inicio escolar sin sobresaltos, y la construcción —anunciada como si fuera una hazaña arquitectónica— de la primera escuela modular tipo selva en Yurimaguas, destinada a apenas 180 estudiantes y costando más de 7 millones de soles.
Las cifras se multiplican como peces en el río: 74 módulos escolares, 27 kits de pararrayos, 14 proyectos de inversión en marcha y 51 millones de soles canalizados hacia el Gobierno Regional para ejecutar ocho proyectos educativos. Nada menos que 290 colegios ya gozan de internet, y pronto se sumarán 32 más. ¿La promesa? Que ningún estudiante de Loreto quede desconectado del mundo.
En el terreno de la educación técnica y superior, Loreto resiste. Más de 16 mil jóvenes estudian en sus 21 institutos tecnológicos. Pero ese número, en una región donde la pobreza y el abandono son más visibles que el pizarrón, apenas insinúa la magnitud del desafío.
El ministro —con voz de estadista y gestos de técnico— recordó que desde 2024, más de mil jóvenes han accedido a Beca 18. Y añadió, con énfasis, que más de 107 mil escolares aprenden inglés en más de 1300 colegios. Como si hablar inglés pudiera redimirlos de la precariedad que los rodea.
En su discurso, Quero celebró que más de 15 mil docentes han recibido compensaciones sociales por más de 73 millones de soles, y que se han creado 307 nuevas plazas magisteriales. Pero no mencionó el éxodo silencioso de maestros, ni la frustración que recorre las aulas mal equipadas del interior.
La gira ministerial —que incluye reuniones con los 19 gobiernos regionales del país— busca destrabar proyectos y vigilar que los compromisos no mueran archivados. Según el balance oficial, el 91 % de los 188 acuerdos del VII Consejo de Estado Regional están en camino. Cifras que suenan bien, aunque la realidad de las escuelas no siempre se deja gobernar por estadísticas.
Entre los acuerdos cumplidos se menciona la mejora de infraestructura en la I.E. San Jacinto en Tumbes, la creación de plazas docentes en varias regiones y el proyecto para la I.E. Manuel Vivanco Altamirano en Apurímac. Apellidos largos, nombres retumbantes, y presupuestos millonarios. Lo que no está claro aún es si esas inversiones se traducirán en una mejora sustancial para los alumnos que caminan dos horas bajo la lluvia para llegar a clase.
Loreto, con sus 348 mil estudiantes, sus 24 mil docentes y sus promesas ministeriales, sigue siendo un escenario de contrastes: entre el discurso y la ejecución, entre la estadística y la vida cotidiana, entre lo que se promete y lo que se cumple. El Estado ha llegado, sí, pero aún falta saber si ha venido para quedarse… o solo de visita.